Tres historias de mujeres que para la mayoría son desconocidas o conocidas de forma un tanto superficial.Sylvia Ageloff, Natalia Sedova y Caridad Mercader.
La preparación y el posterior asesinato de Trotsky contado por tres de las mujeres implicadas en él. El titulo hace referencia a Sylvia Ageloff, que realmente nunca llegó a estar casada con Mercader. Lo de Sylvia fue una tragedia que debió marcarla de por vida. En cuanto a Trotsky fue un hombre al que acompañó la mala suerte, demasiadas desgracias se cebaron con él.
Sylvia ingresó en el Partido Comunista en 1935, tenía entonces 26 años, vivía junto a sus padres en Brooklyn, emigrantes rusos que recibían noticias de lo que sucedía en aquellos años en Rusia, la caída del Zar, la llegada de Lenin y Trotsky a Petrogrado. Los Ageloff eran judíos practicantes, y ella estudiaba ciencias en la Universidad, es por aquel entonces cuando comienza a simpatizar con las ideas de izquierda.
Después de la muerte de la madre la única preocupación del padre era casar a las hijas de la mejor forma posible y según los cánones de la época, en N.York también existía la figura del casamentero. Pero Sylvia y una de sus hermanas tenían otros proyectos en mente, y decidieron utilizar la herencia de su madre en ir a estudiar a París y es allí donde las dos hermanas toman contacto con el movimiento Trotskysta, a su vuelta a N.York su compromiso con el trotskysmo era evidente, hacía traducciones y resúmenes y distribuía pasquines. En 1937 Trotsky y Natalia llegan al puerto de Tampico en Mexico, yo era gran admiradora y vi la posibilidad de conocerlo en persona.
En 1938 tiene lugar el encuentro entre Sylvia y Ramón que se hacía llamar Mr Monard, nacionalidad belga y dinero en la cartera, a Sylvia le gustó desde el primer momento. La historia de ellos dos juntos en París es para leerla, y no cabe en este resumen, ya de por si más amplio de lo habitual.Pero que recomiendo.La ingenuidad de Sylvia y su poca experiencia en cuestión de hombres se hace patente, lo mismo que el poco interés en ella de Jacques Monard ( Ramón Mercader) pero ya sabemos que el amor es ciego. Llegó un momento en que ella se preguntó que quería ese hombre de ella, no era un vividor, no quería sexo con ella, no le interesaba la política,, tardaría aún en saberlo.
La historia de Sylvia es penosa, una mujer poco agraciada y en la que ningún hombre había puesto jamas los ojos, y en eso llegó uno que debía ser atractivo, aunque por las fotos que he visto, a mi me parece todo lo contrario, pero algo debía haber en su personalidad cuando fue elegido por Moscu que hilaba fino, y estudia bien al agente antes de lanzarlo al "mercado". Cuando Mercader fue detenido se pensó que Sylvia tenía algo que ver; fue interrogada y posteriormente ingresada en algún que otro hospital de tipo psiquiátrico. El FBI la interrogaba en tono amenazante, ella realmente era inocente y lo único que deseaba era saber quien era realmente Jacques; había un fotógrafo español, Agustin Puertolas que dijo en un momento haber reconocido a Mercader como combatiente catalán, luego lo negó, pero la semilla estaba echada.Finalmente fue el periodista que me visitó en prisión quien me dijo su verdadera identidad: Ramón Mercader.
Terminó contrayendo matrimonio, con un hombre judío que había pasado por un campo de concentración y a gusto del padre, pero desconocemos si pudo tener un atisbo de felicidad.
La historia de Sylvia es penosa, una mujer poco agraciada y en la que ningún hombre había puesto jamas los ojos, y en eso llegó uno que debía ser atractivo, aunque por las fotos que he visto, a mi me parece todo lo contrario, pero algo debía haber en su personalidad cuando fue elegido por Moscu que hilaba fino, y estudia bien al agente antes de lanzarlo al "mercado". Cuando Mercader fue detenido se pensó que Sylvia tenía algo que ver; fue interrogada y posteriormente ingresada en algún que otro hospital de tipo psiquiátrico. El FBI la interrogaba en tono amenazante, ella realmente era inocente y lo único que deseaba era saber quien era realmente Jacques; había un fotógrafo español, Agustin Puertolas que dijo en un momento haber reconocido a Mercader como combatiente catalán, luego lo negó, pero la semilla estaba echada.Finalmente fue el periodista que me visitó en prisión quien me dijo su verdadera identidad: Ramón Mercader.
Terminó contrayendo matrimonio, con un hombre judío que había pasado por un campo de concentración y a gusto del padre, pero desconocemos si pudo tener un atisbo de felicidad.
Caridad Mercader, Santiago de Cuba 1892, su familia se instaló en Cataluña cuando ella tenía 10 años, le costó trabajo adaptarse, tenía tan solo 16 años cuando la casaron con Pau Mercader, un hombre que tenía la vida resuelta, con 19 años tuve a Pau y con 24 a Ramón. Pronto Caridad se sintió atraída por el movimiento anarquista de Bakunin, pero terminaría decantandose por el comunismo, tenía 30 años cuando fui seducida por Franz, un dirigente comunista que nunca tuvo intenciones de ningún tipo de amor con ella; abandoné a mi esposo y me convertí en una agitadora política, llegando a ocupar un cargo en el Komitern,,,, Y así es como Ramón Mercader, hijo de Caridad entra en acción y es captado para matar a Trotsky.
El encuentro entre Caridad y Leonidas en el aeropuerto del Prat en Barcelona, es de porno duro, acababan de conocerse, pero algo muy fuerte debió surgir entre ellos, que Leonidas la metió en el aseo de caballeros, cerro la puerta y allí consumó el acto en cuestión de minutos, debió ser algo grandioso por lo que cuenta y que nunca olvidaría, la relación tendría continuidad aunque de forma intermitente, pues Leonidas no paraba mucho tiempo en ninguna ciudad.
Los últimos años de Caridad Mercader no fueron mejores que las del resto de protagonistas de este relato, después de ser condecorada por el mismísimo Laurenti Beria, pasó a trabajar para Leonidas como segunda de abordo, de quien al parecer seguía enamorada, pero la sustituyó por una mujer mucho más joven, Muza Malinozkaia, con quien llegó a formar una familia, después de años de correrías se enamoró de verdad y relevó a Caridad de su puesto de trabajo, su existencia se tornó gris; intentó liberar a su hijo en México pero no fue posible. Se instaló en Paris y asistió al funeral de Natalia Sedova en Père Lachaise, la reconoció Sylvia por el enorme parecido con su hijo, después del sepelio desapareció.Falleció en 1975 también en París.
En la foto Nahum Eigthon también conocido como Leonidas, el agente de la NKVD que al parecer las volvía locas. El macho Alfa de esta historia, falleció en 1981-Aquí con su esposa Muza, una rubia muy atractiva y a la que le sacaba un buen puñao de años.
Natalia Sedova segunda esposa de Trostky, fallecida en 1962.Con 20 años ya vivía en Paris, fue entonces cuando conoció a Lev Bronstein. En 1905 entró en Kiev, su misión era encontrar alojamiento, pero fue detenida en Petrogrado y deportada a Tver, mientras que Trotsky se refugiaba en Finlandia, cuando el matrimonio consiguió reunirse tuvieron momentos difíciles pues hasta el mobiliario tuvieron que vender.Trotsky vivió tres meses en Barcelona junto a su familia, pero parece ser un episodio poco conocido.
En Enero de 1917 regresaron a Rusia y se instalaron en Petrogrado vivían en la calle Taurida, y Lev se pasaba todo el día en el Smolny, pero llegó un momento en que Lev no aparecía por el domicilio y ella decide seguirle, aveces dormíamos vestidos sobre un sofá, comentaría años después Natalia-
En 1925 comenzaron los problemas para Trotsky y en 1928 fueron deportados a Alma Ata, a partir de aquí la vida de la pareja es una tragedia, la primera hija de Lev habida en su primer matrimonio fallece,tiempo después su hijo moriría en circunstancias extrañas en un hospital de París, todo hace suponer que fue asesinado por algún agente de Stalin que trabajaba en el hospital.
Una pregunta que pocos se han hecho, pues esta historia la he leído por otro lado. ¿Porqué eligió un piolet y no otro tipo de arma ? el piolet podía fallar, mientras que un arma con silenciador hubiera sido una muerte limpia y a lo mejor incluso hubiera podido huir. ¿Fue idea de Mercader o de su instructor, Leonidas? Posiblemente nunca lo sabremos.
Stalin debió tener algún plan alternativo para matar a Trotsky, posiblemente varios, pero el que al final triunfó fue el de Mercader.
Nota de la autora del blog.-Quizás muchos no saben que el problema entre Stalin y Trotsky no era tanto de índole político, aunque luego lo fuera, la primera vez que se conocieron en un bar de Londres que a día de hoy existe, no se soportaron, fue Lenin quien los presentó y no hubo ninguna simpatía entre ellos, con los años esa animadversión fue a más convirtiendose en un problema político.