sábado, 24 de noviembre de 2018

El tatuador de Auschwitz.

A raíz de la aparición de este libro, que no he leído ni creo que lo haga, se ha abierto un "melón" sobre lo que es novela histórica. 
El libro no lo voy a leer porque estoy un poco harta de Auschwitz y otros campos de exterminio, sobre los que he leído alguna que otra historia, y llegó un momento en que dije, basta.

La pregunta que surge a raíz de este libro, es si hay alguna linea roja entre la realidad y la ficción.Jorge Semprún ya habló de este tema en La escritura o la vida, el escritor planteaba dos opciones: contarlo a palo seco, tal cual fueron los hechos o adornarlo con florituras literarias.

La historia del tatuador se centra en dos judíos eslovenos que vivieron una historia de amor dentro del campo, al parecer hay errores de bulto en la narración, sobre lo que de verdad fue Auschwitz, y lo califican de vacío documental.Para el autor del articulo, Juan Carlos Galindo, lo que se cuenta en una novela histórica tiene que ser verosímil, pero no tiene porque ser real, entonces cualquiera que escriba una novela histórica, y hay multitud de libros al respecto,  no podría decir basadas en hechos reales, porque añade el autor: toda la literatura desde Homero a la actualidad está basada en hechos reales.

Yo que he leído ya varias noveles históricas y escrito una ( La amante secreta de Lenin) se, y otros autores comparten mi opinión, que una cosa es el estilo literario, que puede gustar en mayor o menor medida y otra que lo que se cuenta sea totalmente cierto, en la novela histórica tiene que haber unos hechos basados en la realidad, de cuanto hablamos del 30% o del 60, o incluso más.¿ Se puede inventar una novela histórica en el 95%, basada en cuatro datos, porque quien la escribe lo hace muy bien? poderse se puede, otra cosa es que interese. Hay quien compra libros porque el que lo escribió es un gran escritor, da igual que lo cuente sea cierto o no.Desde luego no comparto este punto de vista.

Y termina Galindo su articulo, diciendo: el debate queda abierto hasta que llegue el próximo éxito basado en hechos reales.

Sinopsis
Lale Sokolov ingresa en el campo de Aushwitz de forma voluntaria ( esto resulta extraño, no digo que imposible) con la intención de salvar a su familia que había sido detenida e ingresada, pero no los encuentra, habían fallecido y él no lo sabía. Una vez allí no puede salir y aprende el oficio de tatuador, conoce a una mujer de la que se enamora, y así comienza una historia de amor,ella de nombre Gita tenía dudas, pero él la convence, está seguro de que se salvaran. 
En 1945 se produce la liberación, ella sale antes que él, pues estaban en pabellones distintos, cuando finalmente él también es liberado iba todos los días a la estación de tren de donde llegaban los convoys con los liberados, pero Gita no vino en ninguno, finalmente la encuentra en Cruz Roja, contraen matrimonio y se van a Melbourne (Australia). Él tenía miedo de que lo acusaran de colaboracionista. En 1903 Gita falleció y Lale le cuenta la historia a Heather Morris,Gita al parecer  no sabía bien lo que su marido había hecho en el campo,y por eso no quiso contar la historia antes.La autora del libro,  ha esperado también a que Lale falleciera para sacar el libro, lo cual resulta chocante, según ella para evitar las críticas a Lale en vida, en opinión de otros por que la historia que Heather cuenta tiene un 10%de verdad y el resto es ficción y no sabía como iba a reaccionar Lale al ver libro.

El libro que no he leído pues estoy un poco harta de Auschwitz puede ser interesante, a cada cual de valorar.



domingo, 18 de noviembre de 2018

La Intrusa.Monika Zgustova.

Había leído ya alguna obra de Monika Zgustova, y siempre me encuentro a gusto con la lectura, así como con lo que narra, que a veces es más importante; de Gala Dalí también he leído una biografía con resumen en este blog, pero cuando supe que Zgustova tenía una novela histórica dedicada a ella, no lo dude,¡¡a ver que nos cuenta!!.Tengo que decir que Gala no despierta simpatías en mi, por eso quería tener otra visión distinta. 
  Su verdadero nombre era Elena Dmitrievna, pero siempre le llamaron Gala. Nacida en 1894 en Kazán, ciudad con fama de mujeres fuertes y sensuales; por parte de madre el apellido era tártaro. Gala se crió en un mundo intelectual, siendo aún joven le diagnosticaron una tuberculosis y fue enviada a Suiza, lugar donde recalaban todos los enfermos de tisis que podían costearselo. En Suiza Gala se sentía una intrusa, estaba además sola, pero debía tener un carácter lo suficientemente fuerte para aguantar la situación.Gala era religiosa y estaba convencida que mientras tuviera el icono de la virgen estaría protegida.
     ¿Como era Gala? Zgustova la define como atrayente y cautivadora, original e interesante más que hermosa.Fue la esposa de Paul Eluard y también su musa, fue musa antes que esposa,o es la sensación que yo tengo leyendo este libro y otros que leí anteriormente.Nunca despertó entusiasmo entre los compañeros de Paul*
   Sus días en Rusia, el encuentro con su familia y la llegada a Cadaqués.. todo ello es descrito por la autora. Gala como buena rusa creía en la fatalidad, los presagios y el destino, y el suyo estaría ligado para siempre a Dalí, sabía leer el tarot y el día que conoció a Dalí supo que los hados habían hecho su trabajo.Y las casualidades continuaron, Dali confesó a Gala que la primera niña que despertó su interés se parecía mucho a ella.Desde el primer momento se entendieron.
    Y hasta aquí un mini resumen de la Intrusa. Gala nació para triunfar y a su modo lo hizo.

* Suele suceder con las mujeres de fuerte personalidad y seguridad en si misma, hemos conocido en este país algún caso.

   

Queridos fanáticos.Amos Oz

Amos Oz es un escritor israelí de 79 años de edad, suele escribir ensayos pero también tiene novelas, este el segundo libro que leo escrito por él.

La primera pregunta que se hace el autor es ¿Cómo curar a los fanáticos? porque perseguir a una banda de afganos o irakíes es una cosa, luchar contra el propio fanatismo otra. A partir de aquí Amos  se hace algunas reflexiones sobre la naturaleza del fanatismo y las formas de frenarlo.

El investigador Samuel Huntingon define el actual campo de batalla como una guerra de civilizaciones entre el islam y la cultura occidental, dando una imagen racista del mundo entre unos salvajes terroristas orientales y un occidente civilizado.

El fanatismo es mucho más antiguo que el Islam y el cristianismo, es algo intrínsico al alma humana, desde los que incendian templos religiosos hasta la ocupación de territorios en palestina, incendiando casas con familias dentro, nada diferencia a unos de otros. Todo lo que no es mio sobra, dice Oz, vecinos incluídos.

Hace medio siglo surgió la multiculturalidad, una idea atractiva y que rápidamente se convirtió en muchos lugares en política de odio identitario.

En los años 40 en Jerusalén había bastante mentes abiertas, pero también redentores y mesías, hoy Jerusalem es un cúmulo de redentores.De pequeño fui un fanático sionista-nacionalista y con el cerebro bien lavado, estaba ciego a cualquier argumento que se apartase al relato judío-sionista que nos contaban los adultos, arrojaba piedras contra los vehículos británicos, pero ya de adulto descubrí que las cosas tienen dos caras, me hice amigo de un policía inglés que hablaba hebreo antiguo y me di cuenta que la historia no es tal como la cuenta; para todos pasé a ser un traidor.
Jerusalem 1939.


El fanatismo llega a Israel en todos sus colores y formas con los judíos de Europa, del este llegó el fanatismo de los pioneros, revolucionarios y cofundadores, también nos llegó el fanatismo ultra ortodoxo que se encierra en un gueto fortificado, mientras que los que llegaron de los países árabes trajeron una herencia ancestral de moderación*tenían costumbre de vivir en buena vecindad con sus vecinos fueran de la religión que fueran, pero esta moderación se está acabando, hoy los sefarditas son iguales de fanáticos que el resto.

Continúa el autor hablando de otro tipo de fanáticos, los que odian el tabaco y reaccionan de malas formas si alguien enciende un pitillo, los vegetarianos que ven con malos ojos a aquellos que comen carne. Yo he sido condenado furibundamente  en Israel porque tengo otra visión distinta de como establecer la paz con los palestinos.Pero no todo aquel que tiene una postura política contraria a la nuestra pude ser acusado  de fanatísmo, no depende del volumen de la voz, sino de su postura y comportamiento, y sobre todo de su intolerancia.Los fanáticos tienden a vivir en un mundo en blanco y negro.

En las elecciones cada vez más gente vota por el chiste contra el contrario, las risas fáciles, y el que pasada, en palabras del autor, que comparto totalmente. 

Hay una parte dedicada al fanatismo religioso, dice Amos que el fanático quiere que veas la luz, que solo  él tiene, y es increíblemente altruista, nada egoísta, se interesa por ti mucho más que por él, su constante anhelo es salvar tu alma, sacarte de la oscuridad y alejarte del pecado, y ahí entramos en un estilo de vida que según el fanático nada te conviene.**

 Y termino este resumen con una frase del autor que me ha gustado: el fanático siempre es  moralmente serio ***.Podría añadir algunas cosas de mi cosecha sobre estos tipos, pero no quiero meter cosas que el autor no dijo.


* Es cierto, el sefardita de Marruecos en los años 60/70 no era sionista, esto es algo que se va alimentando a comienzo de los 80.

**Los he conocido en España, los Brahma Kumaris, secta, aunque reconocidos, los Kikos otros que tal bailan, y que si no aceptas sus postulados te quitan del FB, para ellos el mundo son: o los Kikos o nada.

*** Los fanáticos no tienen sentido del humor, todo lo enfocan al mal gusto, cuantos chistes desagradables y groseros he visto sobre alguna formación política, carente de humor y rozando la grosería.Entre el humor y la grosería hay un trecho.

Mi consejo y esto no lo dice Oz, aléjense de ellos, cuanto más lejos mejor.

Los españoles que vivieron en Marruecos.A.Garcia Nieto

Tenía ganas de leer este libro, muy divulgado entre los foros de españoles que vivimos en Marruecos, y por fin me decido a hacerlo. En Españ...