sábado, 12 de mayo de 2018

Inmersión. Lidia Chukosvkaia.

La obra de Lidia Chukosvkaia (1907_1996) llega a nuestro país con 50 años de retraso. Se editó por primera vez en 1967. Lidia pertenece a esa generación de escritores rusos que escribieron de los años duros del stalisnismo.En 1967 con Kruschev en el poder hubo cierta apertura, y muchos pudieron salir de sus escondrijos, me refiero a escritores y artistas.

En un sendero en la nieve Lidia nos hace retroceder al año 39 cuando su marido desapareció en circunstancias extrañas,ahora diez años más tarde, el terror continúa instaurado en el país, y ella rememora lo que pudo suceder. Se hablaba de interrogatorios atroces donde la gente confesaba lo inconfesable, las familias no sabían donde habían sido enviados los detenidos y vivían con la incertidumbre.
  El título es acorde a la retrospectiva que hace sobre aquellos años, y como pudieron ser los últimos instantes de su marido, algo que la obsesiona, recordando cuando entraba en la cárcel a verlo y el silencio del régimen. 
   Nina pasa  unos días del mes de Febrero en una residencia para la Unión de Escritores y Artistas,un organismo oficial creado por Stalin donde se analizaba cada párrafo de una obra y la hipocresía que hubo entre muchos de ellos, en aquel lugar se encontraban Ajmantova, Pasternak (*) y algunos menos conocidos, todos no fueron hostigados de la misma forma. 
  Los paseos por el bosque son descritos con minucia, la autora se recrea narrándonos el paisaje de un lugar tan frío, donde su marido pudo desaparecer.

   Algunos críticos han encontrado  en su obra similitudes con Chejov.

*Pasternak fue tolerado, aunque su obra Dr.zhivago no se editó, el manuscrito iba pasando de mano en mano, a Pasternak a pesar de todo lo que se dijo no le fue tan mal, tenía un impresionante dacha a las afueras de Moscú, comprada con el dinero que ganó con la venta de sus libros.

viernes, 11 de mayo de 2018

Las últimas horas de Stalin.

Hubo que esperar al año 90 cuando la URSS decidió abrir archivos considerados secretos para saber algo más de ese periodo oscuro de la Unión Soviética. Fue el General Dimitri Volkonov el primero en acceder a los mismos. Volkogonov era director del Instituto Militar de Moscú y allí se guardaba información sensible.

El 5 de Marzo de 1953 los soviéticos se levantaron con una noticia, el camarada Stalin había perdido la conciencia, aunque en realidad estaba ya muerto; y en la Unión Soviética cundió el pánico, quizá no entre todos, debió de haber también cierto alivio, pero el pueblo siempre tiene un punto de ignorante.
   El 28 de Febrero de 1953 Stalin le preguntó a Beria por la marcha del proceso contra los médicos y se mostró especialmente interesado por la declaración de su medico de cabecera, Vinogradov.Bería se despachó a gusto contra él y le dijo que aparte de sus pocas loables cualidades, tenía la lengua muy larga y había comentado sobre sus subidas de tensión. Después de esta efímera charla, vio una película como era costumbre, a continuación invitó a Malenkov, Beria, Kruschev y Bulganin a su dacha de kuntzevo hasta altas horas de la madrugada, la reunión duró hasta la cuatro, cuando se retiró a su dormitorio,Stalin le dio una orden a su guarda personal de que no lo despertara(*) como a veces sucedía, al medio día Stalin desayunaba un té con limón y unos bocadillos,pero no se levantó, el tiempo pasaba y nadie se atrevía a entrar en su dormitorio, le tenían miedo, pero sobre las diez de la noche llegó un enviado del Comité Central, llamado Lozgachev que debía entregarle unos documentos y fue él quien lo encontró tirado en el suelo en un charco de orines y escreméntos, emitía sonidos imperceptibles, lo pusieron en un sofá y el emisario avisó a Beria y Malenkov, Beria ordenó que el asunto se mantuviera en secreto, sobre las tres de la madrugada llegaron de nuevo Beria, Malenkov, Kruschev y Bulganin, y Beria recriminó a los guardas de haberlo importunado sin motivo, está durmiendo dijo. 
  En aquellos momentos se iniciaba la batalla por la sucesión, el mejor posicionado era Beria, su envenenador, Beria tenía un laboratorio toxicológico en el mismo kremlim, allí se hacían los venenos y luego se experimentaban con presos, para ver como morían.Tardaron en llamar a los médicos, los mejores médicos estaban encarcelados, murió ahogado en sus líquidos corporales, y antes de morir levantó un brazo y miró hacia una esquina de la habitación, quien sabe lo que vio. Beria confesaría más tarde: fui yo quien os salvó.El pueblo se volvió loco (**), colas y colas para verlo de cerca y algunas muertes por aplastamiento, en un mes de Marzo frío con hielo en las calles. 

Picasso hizo un retrato de Stalin inspirado en esta foto de cuando tenía 18/ 20 años, pero el retrato no gustó a la ortodoxia comunista. Ya sabemos que Picasso veía a la gente con rostros deformados, acuerdense del Guernica.





*Muchos autores dudan que Stalin le dijera a su guarda personal que no lo despertara ni le molestara, es posible que bien el guarda personal sabia lo que iba a ocurrir, porque Beria hizo cambios, uno de ellos el cocinero, que se sepa, o bien que fuera amenazado por Beria y el hombre prefirió salvar su vida. Pero quedan lagunas sin aclarar, como se le dio el veneno, en que momento ¿fue el guarda quien lo puso? pudieron darle algún somnífero fuerte y una vez dormido inyectarle el veneno. Pero no se le hizo autopsia porque a nadie interesó. Se comentó que había una lista de ejecuciones preparadas, y que Beria figuraba en ella, las relaciones entre ambos se habían deteriorado mucho. A pocos les queda la duda de que fue envenenado y se sabía que el producto ejercía un efecto lento e irreversible, Stalin se desangraba interiormente, quizá fue la muerte que el destino le tenía preparada.

**Con Franco y Mao también hubo lloros a mansalva.Su cuerpo fue embalsamado y colocado al lado del de Lenin, pero cinco años más tarde cuando Kruschev denunció los crimenes de su antiguo camarada fue retirado y hoy está en la necropolis del kremlim

miércoles, 9 de mayo de 2018

Caridad Mercader. Notas


            Estaba leyendo un libro sobre Caridad Mercader que no he llegado a terminar ni tampoco he podido resumir, no digo que el libro esté mal escrito o mal documentado, solo que a veces los lectores conectamos o no con una obra.
    De esta mujer más que biografías hay historias circulando, y parece que cada autor ha manejado unas fuentes distintas. Yo de ella sabía algo por Padura y por Maritza Mazin que escribió La falsa esposa, con resumen en este blog, intuyo que trotskista, aveces se escribe y se publican cosas disparatadas.
     El libro que estaba leyendo no da mucho protagonismo a Nahun Eitingon(*),más conocido como Leonidas, espía de Stalin e instigador del asesinato de Trotsky y de Andreas Nin, en la vida sentimental de Caridad. Según Mazin entre Caridad y Leonidas hubo una pasión desbordada, e hicieron el amor nada más conocerse en el aeropuerto del Prat en Barcelona, Eitingon la metió en el aseo de señoras y cerró con pestillo el acceso, (hay detalles del momento, que yo omito), esto parece más propio de una novela policíaca que de una historia real; se convirtieron en amantes y Caridad comía pollo, huevos y mantequilla en una Barcelona asolada por la guerra, hablamos del 36, también dice Mazin que Eitingon actuó como un padre para sus hijos, lo cierto es que se entabló una gran amistad casi de amor filial entre Eitingon y Ramón. El final de esta historia es bastante triste pues Caridad se enteró que su amor había terminado cuando viajaba en un tren de Moscú  a París   en los años 40, Eitingon tenía ya sustituta, una joven rubia, también espía que viajaba con ellos y con la que contrajo matrimonio.Siempre según Mazín. Las webs rusas también dan una información similar, y adjuntan fotos del matrimonio de ellos dos con sus hijos que yo he querido poner abajo.
  
   Las personas que la trataron la describen como una mujer dura e inflexible. En cuanto a Silvia Ageloff también hay lagunas extrañas, llevaba tiempo con ciertas sospechas hacia Ramón, el hijo de Caridad ¿pudo más el amor por él que la sospechas que ya albergaba?Ramón es descrito por algunos autores como un seductor nato, sabemos que el físico es secundario, pero hay algo en el rostro de Ramón que no me encaja.
La foto es de cuando fue detenido y ya sabemos que este tipo de foto dan siempre un aspecto de quinqui, pero no me acabo de creer lo de seductor, aunque Silvia se enamorara de él. El colofón  a la historia de  Caridad es cuando esta se presenta en el entierro de Natalia  Sedova (esposa de Trostki) en París (**) y Silvia la reconoce por el extraño parecido con Ramón.Realmente las "biografías" sobre Caridad Mercader están basadas en una serie de hechos mas o menos contrastados y el resto parece ser imaginación del autor, tanto cuando se habla de la madre como del hijo.Quizá quien mejor los ha investigado fue Padura(***) en su excelente libro El hombre que amaba a los perros. El resto parece ciencia-ficción.

   Ramón Mercader sospechaba que pudo ser envenenado por los rusos, a raíz de un reloj de oro que le regalaron. No me extrañaría nada, en aquellos años se impuso la "moda" de regalar relojes de oro que llevaban una carga de uranio enriquecido que producía cáncer en un tiempo record.

Dudo que Eitingon entrara por el aeropuerto del Prat. Los espías solían entrar por fronteras terrestres menos controladas. Eitingon se volvió un tipo engreído, soberbio, sus éxitos en el espionaje, sus condecoraciones por Beria y Stalin (aunque cayera en desgracia por un tiempo) y la locura que despertaba en las mujeres, le volvió intratable, tuvo que pasar 12 años en presión (1957-68) aunque ya había estado encerrado por orden de Stalin,pero en el 53 fue puesto en libertad por Beria (Eington era un hombre de Beria) para que se diera cuenta de lo que valía la libertad, al salir de la misma estaba cambiado. En algunas webs le llaman el macho alfa del espionaje soviético. Aquí lo tienen en una foto.
            Tres retrospectivas de Eitingon. La información que dan las webs rusas no coinciden con otras.Su esposa se llamaba Musa  Malinoskaia, espía rusa, fue por esta mujer que dejó a Caridad. Esta información es coincidente con la que da Maritza Mazín.Nahun era judío como tantos rusos comprometidos con la revolución y con el régimen de  Stalin,pero se cambió su nombre por el de Leonidas, una constante entre los judíos rusos de aquellos años.            

**¿Pudo Caridad presentarse en el entierro de Natalia Sedova? Siempre digo que hay que citar las fuentes de donde uno obtiene la información, soy bastante escrupulosa a ese respecto. 

***Padura si habla de la relación entre Caridad y Eitingon.La obra de Padura está basada en los escritos y la historia que el mismo Ramón le contó, cuando lo conoció de forma casual en una playa de la Habana.
            

Stasiland. Historias tras el muro de Berlín.Anna Funder.

Antes de hablar del libro quiero comentar que no es para todos, ni muchos menos para los que buscan historias romanticas o sencillas donde e...