Cuando supe de la existencia de este libro quise leerlo. No era la primera vez que mis oídos oían, pero recuerdo que mi tía me decía ten cuidado, cuando oigas, calla, tienen el poder y si caes en desgracia podemos salir del país. Así que oí y callé, tan solo en una ocasión se me ocurrió comentar el tema con un marroquí residente en Fes con quien tenía mucha amistad, persona ya fallecida, y recuerdo que me dijo:eso son bulos, pero la persona que me lo comentó, un judío bien informado sabía de lo que hablaba. El tema era de como la brujería en Marruecos estaba ligada al poder, de como echaban mano de ella, y la tranquilidad que les daba a toda la familia real saberse protegido por brujos. Este libro está escrito por uno de los bufones reales más conocidos, porque fue excepcional, y contaba las vivencias a su hijo que terminó escribiendo un libro.Esto es un resumen.
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En la corte de Hassan había bufones, esto lo supe no hace mucho cuando su sobrino, el Príncipe Mouley Hichan escribió su historia, la de su padre y la de su familia, un libro donde su padre no sale bien parado, y es ahí donde supe como reclutaban a los bufones de la corte, uno de ellos trabajaba en Marrakech contado historias en la célebre plaza, un día el padre de Hichan (el hermano pequeño de Hassan II) lo mandó llamar, y se lo llevó a Palacio, bien es cierto que le pagaban bien, y estaba "tranquilo", pero su familia quedó en otro lugar; llevarte a la corte era el alejamiento familiar. Este bufón era Mohamed Ben Mohamed, Hichan no lo nombra pero Mahi Binebine si,porque él fue su hijo
Estuvo 35 años en la corte de Hassan II, toda una vida, pero a decir del hijo fue algo más, su "teólogo", su consejero en poesía, su referencia literaria,,, su padre tenía una imaginación fuera de lo común, y siempre tenía una historia a mano para sacar la sonrisa del rey y su corte.
Cuando Hassan enfermó Mohamed sufrió mucho, y le pedía a Dios que fuera a él al que se llevara. La madrugada de Julio cuando el rey falleció yo estaba allí, el médico ya le dijo a su familia que como mucho dos o tres días.
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En Palacio había un hangar donde se apilaban los regalos ofrecidos a su majestad año tras año, obsequios llegados desde todos los confines del territorio y otros países, algunos estaban aún en su envoltorio. Porque solo el rey podía dar la orden de desempaquetarlos, y por lo que fuera no le interesaba los regalos que recibía.
Ven le dijo el rey.
Señor se está haciendo tarde y la noche está fresca.
Aunque parecía que íbamos los dos solos, la sensación era engañosa, decenas de ojos nos espiaban. Nos dirigíamos el ala norte del palacio, serpenteando fuentes y jardines, hasta llegar a la cueva de Ali baba, y al llegar nos encontramos que un viejo esclavo estaba en el interior amontonando algunos objetos con intención de llevárselos, Hassan era imprevisible lo mismo montaba en cólera por cualquier tontería y podía tener una actitud violenta, que perdonar ante algo grave, pero aquella noche tenía su lado bueno y le dijo: venga sal corriendo porque como los guardas te coja se te puede caer el pelo. Y allí estuvimos un rato el rey y yo, serpenteando entre la montaña de regalos que allí se apilaba y que nadie quiso desempaquetar. El rey estaba ya enfermo y sabía que le quedaba poco. En aquella semana que precedió su muerte, había un silencio extraño en Palacio,ni los guardas que al andar hacían ruidos con sus botas, se oían.
Mohamed nos habla de una nieta del rey llamada Sofía*, al parecer su preferida, y que a él no le gustaba, la niña con ocho años hablaba varias lenguas pues había tenido distintas nanis,eran insolente, pero matiza que la sangre real la hacía sagrada, así que hacía como el resto, reírle las gracias y comentar las cualidades de este ángel caído del cielo, belleza, ocurrencias así como la inteligencia que el buen Dios le había dado a la niña.Durante el día ella era la reina de palacio, pero por la noche lo era yo. Contaba anécdotas picantes, historias con suspense, daba rienda suelta a mi fantasía. Cuando yo hablaba, a Sidi (Señor en árabe) se le iluminaba el rostro y eso me hacía feliz.
Fui el primer cortesano del rey, Hassan me apreciaba por encima de cualquier otro, había más contadores de cuentos pero yo era especial. En aquella corte había intrigas, bulos y maledicencias, así como camarillas, en apariencia todo parecía muy normal, pero había que tener cuidado, un mal paso y la caída podía ser tremenda. Por la noche esperábamos lo que llamábamos l'appel du soir (la llamada nocturna) y entonces nos dirigíamos al apartamento del rey, su zona privada, cada uno llevaba una anécdota, algo que contar, y todos esperábamos la aprobación de Sidi, si el rey reía, el resto de bufones también la hacían. Luego nos agrupábamos por afinidad, algunos jugábamos a las cartas españolas, otros comentaban la enésima profecía del vidente Bilal y mientras esto sucedía Sidi se encontraba en una esquina echado sobre un canapé, con un libro en la mano y un rosario en la otra pero mirándonos a todos por el rabillo del ojo; a veces l'appel du soir tardaba en llegar o no llegaba y allí estábamos todos esperando durante toda la noche,hasta que aparecía el chambelán de palacio y nos decía que el rey estaba profundamente dormido y que podíamos partir; para que la espera no se hiciera interminable, en las mesas solía circular Majoun ( un pastel que contiene almendras, miel y hachis de la mejor calidad traído desde kétama)en el grupo estaba el Dr.Mourras, iba siempre detrás del rey a 100 metros de distancia, era su sombra.
Hassan era hipocondriaco y el medico debía calmarlo muy a menudo. El Dr. Mourras tenía un castigo, pues era día y noche a proximidad de su majestad, nosotros los bufones, teníamos nuestros días de descanso, en fiestas y cuando el rey iba de viaje, pero él no, aquello era un castigo por bien pagado que estuviera; fue el único profesor de medicina que había en el país después de la independencia. También supo auxiliar a los pobres, en cierta ocasión se desplazó a Touarga, una comuna de Rabat dentro de las murallas Almohades de donde procedían los esclavos de palacio.
La cantina de palacio era inhóspita, allí comía todo el personal( el autor no aclara si se comía bien o mal) a mi no me gustaba comer allí y tenía el privilegio de esperar que el rey terminara y lo que quedaba en la mesa me lo comía yo, estaba autorizado, a Hassan le ponían una mesa en abundancia con todo tipo de viandas, pero comía poco, no era hombre de mucho comer, así que cuando terminaba, el chambelán me avisaba y entraba yo
Unas semanas antes de su fallecimiento, Moussa, el curandero encendió benjui para alejar energías negativas, a pesar de que el médico prohibió humaredas, Moussa también recitaba salmos y llegó a preparar una pócima que el Dr.Mourra impidió que tomara. En este estado de cosas alguien pensó que Sofía podía alegrarle un poco y fueron a buscarla, el ala de los príncipes se encontraba en el otro extremo, la insolente princesa tardó en llegar media hora, pero le levantó una sonrisa al rey.
Resumiendo un poco, el bufón del rey dice en un momento determinado, que entrar en palacio era como hacerlo en una secta, el mundo exterior se acababa, perdió el contacto con su familia, y no vio crecer a sus hijos.Pero.. luego aclara que le dieron una bonita casa no lejos de palacio donde vivían los cortesanos, bien amueblada, una berlina alemana y además una nueva esposa,de nombre Mina, una mujer con encanto, con la que tuvo tres hijos, fue propuesta por palacio, pero la elegida era del gusto del contador de cuentos, entradita en carnes, morena y de la que se enamoró, pero todo esto se hacía pensando en la seguridad del palacio.
El resto del libro tendrán que leerlo, si sienten interés por saber como era la corte de Hassan II. El resumen expuesto es muy amplio.
Me quedo con una frase que Hassan II le dijo a Mohamed el bufón.
Cuando se tiene dinero las horas no pasan igual que cuando no se tiene.
*No hay ninguna nieta con ese nombre, es posible que se refiera a otra o dicho de otro modo le ha cambiado el nombre. Yo tenía entendido que la preferida era Lalla Soukaina, la hija de Lalla Meriem, quizá no quiso decir el nombre, pero por los datos que da, con respecto al físico debe ser ella.