viernes, 14 de agosto de 2015

La otra Bolena


La historia de la hermanas Bolena era  prácticamente desconocida hasta la aparición de la película de Justin Chadwik en 2008.

Se conocía históricamente a Ana Bolena, pero de la hermana la historia poco habla, ni del el origen del embrollo amoroso de las dos hermanas con el Rey Enrique VIII.

La novela histórica no es algo que me apasione, pero de vez en cuando surge alguna que por su estilo narrativo resulta grata de leer.

Los Bolena eran tres  hermanos, un chico y las dos niñas Ana de 14 años y Maria de 15, eran  casi unas niñas cuando conocieron al Rey de Inglaterra Enrique VIII, Maria a sus 15 años ya estaba casada con un joven, fue un matrimonio de los que entonces se hacían, un apaño entre familias pero  los jóvenes no se amaban . La familia tenían una ambición desmedida y se dieron cuenta del éxito de las niñas con el sexo opuesto, son conscientes  del tesoro que tienen y así es como le son presentadas al Rey Enrique VIII en un baile. Eran francesas por parte de padre e inglesas por parte de madre (Howard)

El Rey en quien se fija en un principio es en María, como estaba casada decidieron separar a la pareja pues si María engendraba tenía que quedar claro que el padre era el Rey, pues Catalina la princesa española después de varios años de matrimonio no le había dado ningún heredero varón, solo una niña la Princesa María.

Y así  comienzan a planear un gran futuro entorno a las dos niñas, Maria 15, Ana 14, la familia iba a ascender de categoría y le insistían a la niña: No haces nada malo, María a pesar de estar casada  no sabía nada de sexo ¿ pero que tengo que hacer? Preguntaba. Ella le comentaba a su hermana: lo hacemos una vez a la semana con la luz apagada y no me gusta mucho.

Antes de que el “encuentro” se produjera el Rey le regaló   un caballo, pues ella cabalgaba con uno prestado, Enrique le decía : Quiero que esteís conmigo por vuestra propia voluntad y no porque otros os insten a hacerlo, pero  sabía actuar bien y hacerle creer que le gustaba, el hermano le daba consejos: dale solo un poco cada vez, tiene que sentir que te conquista y que no eres tu la que lo atrapas. No se trata de un devaneo sino de que te conviertas en su amante.

Días mas tarde el padre de las niñas fue nombrado tesorero real, era un buen puesto con el que podría especular a su antojo. María empezó a sentirse especial al ser cortejada por el hombre más poderoso de Inglaterra, los Bolena procedían de Francia y las niñas  sabían cantar en francés, en aquellos años cortesanos estas habilidades se apreciaban mucho, la diferencia de edad con el Rey era de 23 años.

Pero lo que comenzó siendo frialdad e inexperiencia terminó en pasión, María ardía en sentimientos hacia Enrique, le decía a su hermana: quiero que me toque, que me bese, pero la hermana que era mas inteligente la reprendía, mejor que nuestros padres no se enteren, te han ordenado una jugada inteligente, déjate de musarañas. María cometió el pecado de enamorarse del Rey, a diferencia de su hermana no era ambiciosa ni conocía el arte de la seducción que su hermana dominaba a la perfección, tenía a toda la corte masculina detrás, tal era el hechizo de la niña.

Según se desprende del relato Ana Bolena era realmente diabólica, cuando su hermana María era la favorita del Rey la martirizaba, la humillaba de forma constante, los celos la carcomían.

María tuvo dos hijos con Enrique una niña y un niño, pero al poco de nacer y después de haberlos amamantado un mes  se los quitaban y los enviaba fuera de Palacio, a un lugar lejano, el Rey no tenía el más mínimo interés en los niños, solo de mayores podrían serles útiles si no tenía otro heredero dentro del matrimonio.

Catalina  la Reina española tuvo cuatro embarazos el primero se le estropeó era un niña, el segundo fue un niño pero al poco de nacer falleció, hubo otros embarazos fallidos, solo le quedaba María pero no tenía mucho valor para él, solo los varones contaban. En aquellos años una mujer incapaz de concebir hijos varones que además tenían que estar sanos era una desgraciada sobre todo si era la Reina, hoy en día en muchas culturas sigue habiendo el mismo problema.

Catalina había sido la mujer de su hermano, pero Enrique VIII que era caprichoso se enamoró de ella, ella le dijo que el matrimonio nunca fue consumado y él la creyó pero resultó no ser cierto, Enrique creyó que había una especie de maldición, tenía otro hijo  varón de otra amante Bessie Blount. la princesa Maria hija de Catalina y Enrique se criaba alejada de sus padres y la Reina no tenia derecho a verla a no ser que el Rey se lo permitiera.

El tema de las favoritas no era algo exclusivo de las cortes europeas de los siglos XVI y posteriores, a día de hoy es frecuente no solo en algún Rey sino también en mandatarios, sobre todo aquellos que se apoltronan en el sillón, Hitler, Mussolini, Lenin, Stalin las tuvieron así como el todavía vivo Comandante en jefe, ahora no se llaman favoritas sino amantes.

En el verano de 1526 mientras María fue a ver sus hijos a Henvers Ana comenzó a ser cortejada por el  Rey, cuando María llegó lo supo por los regalos que su hermana poseía. Pero Ana no iba a entregarse por unos regalos, era astuta en extremo. Le dijo a su hermana: Solo me entregaré si me hace una oferta, una oferta muy grande.

María Bolena que hace de hilo conductor en esta historia decía: Nadie de mi familia veía desventaja en que yo estuviera en el lecho de noche y  Ana en el brazo de día.

Los Bolena se quejaban, no hemos avanzado en nada después de darle dos hijos lo único que hemos obtenido son un par de títulos y  algunas tierras.

En aquellos años el Rey no podía tener una amante si esta no estaba casada, así que comenzaron a pensar que Ana tenía que contraer matrimonio, ya que el Rey no daba el apellido a los hijos que hubiera, estos  llevaba el apellido del marido y este a cambio recibía compensaciones económicas o nobiliarias.

En 1527 Ana Bolena había jugado bien sus cartas, el matrimonio con Catalina sería anulado, estuviera o no de acuerdo el Papa y Ana sería reina de Inglaterra, pero el matrimonio tardaría aún en llegar.

Ana tenia carácter, era erudita, ingeniosa podía devolver un quite en francés, español o ingles, también sabía latín, aunque no había recibido la educación de una princesa, tenía porte y ese aura que envuelve a algunas personas y la seguridad que da el ser admirada por todos.

En aquellos años cuando un marido era apartado por que su esposa se convertía en la favorita del Rey se veían obligados a ir a burdeles.  Ana le preguntaba a su hermano Jorge : ¿Ya no frecuentas burdeles?, el le contestaba que estaba harto de eso sitios, Jorge se había enamorado de un hombre de la corte y se lo confesó a Ana: Francis Weton, pero Weton estaba totalmente ajeno al enamoramiento de Jorge, Ana la aconsejó que no comentara el tema con nadie porque sabía que si el Rey se enteraba de que tenía un hermano homosexual su subida al trono correría peligro.

El Rey regaló a Ana la casa Durhan en el Strand de Londres así como varios apartamentos en la zona de torneos dentro de Palacio, pero a Ana nada le satisfacía, ya que aspiraba al trono y Roma se negaba a darle el divorcio a Enrique.

María quedó viuda joven, en aquellos años hubo una epidemia de viruela que se llevó a mucha gente por delante. Eran también tiempos de veneno, raro el día que alguien no aparecía muerto por envenenamiento, era cuestión de sobornar al cocinero. La Reina española Catalina vivía constantemente con ese temor,  le daba a probar a su perro Flo los alimentos antes de ingerirlos, mucho no debía quererlo.

Poco a poco la diabólica Ana se fue haciendo con el control de todo lo que sucedía en Palacio, hasta la Reina Catalina tenia que pedirle permiso para ver a su propia hija, María la hermana de Ana tampoco podía ver a su hija, la niña estaba a merced de las sirvientas.

En el invierno de 1532 Ana todavía no era Reina de Inglaterra pues el litigio con la iglesia era grande, Enrique quería convertirse en el jefe de la Iglesia y Roma no se lo permitía. Ana era presentada como  la Reina de la paz, Reina de la Navidad, Reina del invierno, haciéndole la vida imposible a cualquiera que se opusiera a sus deseos, su hermana María se había enamorado de William Sttaford un granjero que trabajaba para la corte pero Ana se negaba también a que fuera feliz con él.

Ese mismo año Ana quedó embarazada del Rey y se celebró la boda en secreto, meses después el matrimonio se hizo oficial, fue el Arzobispo Crammer el encargado de hacerlo. Tuvo una niña para decepción de todos.

Maria continuaba su relación a escondidas con Willian Stafford y Jorge mantenía relaciones con dos hombres de la corte, el asunto era motivo de chismorreo pero nadie se había atrevido a decirselo al Rey.

En aquellos años en cuanto una Reina quedaba embarazada  su esposo ya no tenía relaciones con ella tampoco durante el puerperio y la misma familia se encargaba de buscarle una amante al Rey, en este caso el tío de las dos Bolenas fue el encargado de buscarle una.

María mientras tanto se había casado con Sir Willian Strafford y estaba embarazada, se había casado por amor, raro en aquellos siglos, y su hermana Ana estaba enfurecida, se quedó con los dos hijos de Maria y se negó a que volviera a verlos.

En 1535 ya se intuía cual podía ser el destino de Ana Bolena, el Rey comenzaba a estar harto y comenzaba también a coquetear con la que sería la siguiente en la lista Jane Seymour a esas alturas Ana era detestada por todos pero se había quedado embarazada, embarazo que resultó fallido.

Ana Bolena fue finalmente ejecutada, en el jardín de la torre de Londres, fue acusada de adulterio y brujería, llegó un verdugo de Francia para consumar la ejecución, su hermano y dos de sus  amigos también sufrieron la misma suerte. En cuanto a María y Willliam Stafford vivieron felices, Maria heredó todas las propiedades en Essex a la muerte de sus padres y se convirtieron en acaudalados terratenientes, falleció en 1543, su hijo se convertiría en consejero real  de su prima Isabel I y sería nombrado Vizconde, su hija Catalina contrajo matrimonio con Sir Francis Knollys y fundaría una gran  dinastía. 








miércoles, 12 de agosto de 2015

Dictator's Dinners


                                                               



Se acaba de publicar un libro en Reino Unido Dictator’s Dinners que podría traducirse por los Dictadores en la mesa, no lo he leído pues no se ha publicado en España pero aquí os dejo un resumen tomado de la prensa.

Se sabía que Stalin era aficionado a la comida y la buena mesa y que sus cenas duraban horas entre charla, baile y copa.

Mussolini odiaba la pasta, solía tomar una ensalada a base de ajos crudos.

Sadam Hussein se atiborraba de aceitunas, tenia 12 residencias y en todas tenia comida preparada por si llegaba. Imagino que el servicio domestico comería bien, pues no iban a tirar la comida.

A Gadafi le gustaba la ensalada de pescado estilo Pol Pot, a Hitler el pichón relleno de lengua y pistachos.

A Franco la merluza y  los bocadillos de delfín, el cocido, la sopa al cuarto de hora, los huevos  aurora pero siempre una comida muy española, Franco como todos sabemos tenía sobre peso, un buen día se le ocurrió que los pobres podían comer bocadillos de carne de delfín, pero sus asesores no lo vieron viable, los jueves solía ir a algún restaurante de Madrid y se ponía en cólera si no tenían arroz.

De Fidel Castro es sabido su afición a la langosta a la plancha. De Oliveira Salazar el hombre mas tacaño de Portugal la comida era mas que frugal, en el desayuno café de  cebada y una tostada a palo seco, a la hora de comer sardinas a la brasa acompañada de frijoles.

Lo de Quin Jong ya es punto y aparte, tenía a una persona que viajaba por medio mundo para traerle exquisiteces de aquí y de allá.


Y todos ellos obsesionados con el veneno, la mayoría tenían catadores.

Stasiland. Historias tras el muro de Berlín.Anna Funder.

Antes de hablar del libro quiero comentar que no es para todos, ni muchos menos para los que buscan historias romanticas o sencillas donde e...