viernes, 16 de noviembre de 2018

Los Horcher.Resumen y comentarios.


Esta es la historia de una saga familiar que llegó a Madrid en los años 40 procedentes de Alemania, huían de lo que allí estaba sucediendo. 

Yo había oído hablar del Restaurante Horcher, pero no tenía ni idea de quienes eran sus propietarios. Fue un gran restaurante en aquella España exenta de glamour donde lo que primaban eran los bares de tapas, esto era otra historia.El Horcher no era para cualquier bolsillo en aquella España de la postguerra.


En 2014 aparecen los diarios de la abuela que se los había dado a la hija de una empleada y esta ahora se los cedía a sus descendientes.

25 de Octubre de 1949
Me llamo Esther Zukerman, soy judía y en esta hora dichosa que regreso  a mi país, se me hace necesario contar mi historia, una historia que no es diferente a la de tantos alemanes a los que Jehová dio la espalda.
Nací en Altötting, Alta Baviera, llegué a representar a mi país en las olimpiadas del 36, fui también una brillante estudiante, la primera judía en asistir al Lyceo Hradec  Kralove, Elizabeth la nieta de Horcher se sentía algo intrigada, como era posible que aquella mujer cultivada hubiera trabajado para su abuela, pero Esther fue puesta a salvo por sus progenitores bajo la tutela de los Horcher.Su hermano Levi cinco años mayor que ella comenzó a trabajar en el restaurante que tenían en Martin Luther Strasse, eran tiempos en que nadie quería emplear a judíos porque podían tener problemas, pero Horcher tenía una clientela nazi, y contactos con el alto mando, no le iban a molestar. 

Esther Zukerman resumía así a su historia. Un día Otto Horcher cerró su restaurante berlinés y marchó a España.Horcher había sido advertido por Herman Göring del bombardeo que se avecinaba, y Otto fletó varios wagones de tren con todo su material del restaurante así como empleados y se instaló en Madrid.Esther y Levi formaron parte de aquel convoy.
Su nieta Elizabeth sería la encargada de armar la historia, recopilando fotos y recuerdos.

Su abuelo Gustav fue enólogo, pero siempre acarició la idea de abrir un restaurante, sentía pasión por la cocina.En 1904 abrió su restaurante en la zona más exclusiva de Berlín, eran gente de dinero, su familia era propietaria de varios locales, podían elegir el que quisieran y se decantaron por el nº 21 de la Martin Luther  Strasse, fue desde sus inicios un restaurante de super lujo, desde las mantelerías hasta los copas de cristal pasando por los uniformes de los empleados...

Los Horcher no es solo la historia de una familia ni de un restaurante.
Una vez en Madrid eligen una zona bastante exclusiva, la Calle  Alfonso XII;En la carta exquisiteces alemanas, entre ellas una sopa de compleja elaboración y lomo de corzo asado, una carta solo apta para unos cuantos.

 En la trastienda del local había una historia de espionaje, los que venían y se escondían en el sótano, la relaciones publicas, una mujer bella y con dotes de seducción trabajaba para el M16 (servicio secreto británico,pero los Horcher no lo sabían). Su misión era quedarse con los rostros de los que por allí aparecían, y dar cuenta de ello, el restaurante se convirtió en un foco de espionaje que el gobierno de Franco siempre protegió, la colonia alemana la componían unas 30.000 personas entre los que había de "todo" y eran intocables, uno de los asiduos era el cuñadisimo , ya saben de quien hablamos, el todo poderoso Serrano Suñer. Hay muchas formas de apoyar a un régimen, puede ser de forma abierta o soterrada y esta es la impresión que se saca leyendo el libro. Otto Horcher ¿ fue un colaborador? durante la lectura del libro se intuye que si, aunque ayudara y protegiera a algunos judíos. No todos los nazis los odiaron.

Una historia apasionante que llega a nuestros días y que recomiendo, amena en todo momento.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Los niños de la guerra.Memorandum.

  Los niños de la guerra fue un tema poco conocido en España hasta mediados de los 90 cuando algunos historiadores comienzan a interesarse.El gobierno fascista que gobernaba España nunca quiso oir hablar del tema, la decisión fue del gobierno republicano, y los que salieron fue donde el bando nacional bombardeó con más saña, País Vasco, Valencia, y también Madrid, desde los puertos de estas dos ciudades salieron varios barcos, con destino a distintos países. 

Los países que se ofrecieron fueron:Mexico, Belgica, Francia, Dinamarca,Suiza y la Unión Soviética, en algunos la cifra fue simbólica como Suiza (450), Dinamarca (100) o Suecia otros 100,Noruega y Holanda no acogen pero contribuye economicamente, mientras que Francia acogió a 20.000, y la Unión Soviética a 2.900; no salieron todos de golpe, fue entre 1937-38 según la guerra se encarnizaba. Los niños son bien recibidos en todos los países,si en un principio hubo miedo a que llegaran con enfermedades como la sarna o la tuberculosis, pronto estos miedos se disiparon, los niños iban en buen estado. 
Se dio el caso que algunos fueron acogidos por familias que economicamente estaban bien, pero no recibieron la educación adecuada.

Algunos de estos niños perdieron la memoria del momento de la partida, pues eran pequeños 7-9 años, aunque la mayoría rondaba los 12/14 y estos fueron los que con el tiempo fueron contando historias. Cuando el buque Habana partió del puerto de Santurce los niños comenzaron a marearse y los adultos no sabían lo que hacer, iban acompañados de personal sanitario y educativo, al poco de zarpar, un buque del bando nacional, el Cervera, trata de abordarlos para impedir su huida, pero había buques de la marina inglesa a proximidad e impidieron lo que hubiera sido una masacre.

Los más estudiados han sido los niños de Rusia, de los que hay varios libros editados, por los menos dos que yo sepa.

Los niños de Rusia.
Cuatro expediciones zarparon a territorio ruso.En Septiembre de  1936 la secretaría de la Internacional Comunista preocupada por el rumbo que toman las cosas escribe al jefe del estado soviético solicitando ayuda para los niños españoles que están sufriendo los bombardeos, Stalin acepta, y los periódicos rusos hacen llamamientos a la población para que  se solidarice  con los pequeños, la primera expedición sale el 21 de Marzo del 37 y la última en Octubre del 38.
Para estos padres republicanos la mejor opción fue la Unión Soviética, porque el país ofrecía garantías, todos no pensaron igual, pues entre los republicanos había distintas opciones políticas.Pese a las palabras tranquilizadoras de los padres, los niños iban asustados, el viaje no fue fácil, pero la llegada a Leningrado fue apoteósica, cientos de personas les esperaban con banderas, había una orquesta, la gente llevaba dulces, y de todo lo que encontraron, de la estación fueron metidos en autobuses y transportados a residencias que antiguamente fueron palacetes nobles, y habían sido habilitados para ellos, desde la entrada en puerto ruso, un grupo de interpretes hacía de intermediarios.La distribución se hizo entre Moscú, Leningrado, Kiev, Jartov y Odessa, después de los tres días de estancia en Leningrado a algunos nos metieron de nuevo en un tren hacia Odessa ( 200 fueron llevados allí) mientras se habilitaban las casas fueron llevados al Hotel Octubre el mejor que había entonces, los dejaron correr y hasta romper cosas. Allí estaban ya, José Diaz que murió en trágicas circunstancias, se suicidó tirándose desde la ventana de su piso, tenía cáncer de pulmón, Pasionaria,Enrique Lister, Juan Modesto, y otros menos conocidos. Había 1550 personas entre españoles y rusos atendiendo a los niños.
El buque Habana zarpando de Bilbao

A pesar de que en la U.S había escasez de todo, a los niños no les faltaba de nada, estaban bien alimentados, la educación la recibían en español excepto la asignatura de lengua rusa. La enseñanza era igual a la que se impartía para los niños soviéticos con algunas excepciones, hasta los 17 en el colegio y luego había dos opciones o F.P allí llamada técnica o Universidad.

Una vez ganada la guerra los niños saben que el asunto va para largo y que quizá no vuelvan, pero están felices, les escriben cartas a sus padres contandole lo bien que comen y lo que están aprendiendo, pero cuando esas cartas llegan a Madrid son requisadas por las autoridades y no son entregadas a sus padres, en España era inconcebible que en el país de las miserias los niños estuvieran bien y fueran felices, afortunadamente no se rompieron, se guardaron y fueron enviadas al archivo nacional que ha servido a los historiadores para su investigación.

Stalin quería que los niños guardaran su idiosincracia  como españoles, pero si recibieron formación marxista, la prensa soviética hablaba de ellos, había fotos en los periódicos donde se les veía felices, los niños tenían a demás un padrino ruso, generalmente soldados que les llevaban regalos.

Pero en 1941 las circunstancias se tornan complicadas la guerra está en puertas y los niños ya no están a salvo, en 1942 son evacuados a lugares alejados, tras la guerra  los rigores económicos fueron los mismos que los del  resto de la población rusa. Tras la llegada de Fidel Castro al poder muchos de estos niños serán traductores entre ambos países, niños ya adultos.

En los años 60 volvieron algunos ya muy adultos, venían casados y con familia, se integraron en fabricas españolas pero no se adaptaron porque la forma de trabajo aquí distaba mucho de la  URRS y muchos volvieron, también se sospecha que algunos de esos niños no eran realmente niños de la guerra sino rusos que Stalin intentaba introducir en España como espías, hubo también algún "niño" que trabajo para Stalin, caso de Luis, un vasco que él mismo se define al servicio de Stalin.Falleció con 90 años.

Stasiland. Historias tras el muro de Berlín.Anna Funder.

Antes de hablar del libro quiero comentar que no es para todos, ni muchos menos para los que buscan historias romanticas o sencillas donde e...