Esta es la historia de una saga familiar que llegó a Madrid en los años 40 procedentes de Alemania, huían de lo que allí estaba sucediendo.
Yo había oído hablar del Restaurante Horcher, pero no tenía ni idea de quienes eran sus propietarios. Fue un gran restaurante en aquella España exenta de glamour donde lo que primaban eran los bares de tapas, esto era otra historia.El Horcher no era para cualquier bolsillo en aquella España de la postguerra.
En 2014 aparecen los diarios de la abuela que se los había dado a la hija de una empleada y esta ahora se los cedía a sus descendientes.
25 de Octubre de 1949
Me llamo Esther Zukerman, soy judía y en esta hora dichosa que regreso a mi país, se me hace necesario contar mi historia, una historia que no es diferente a la de tantos alemanes a los que Jehová dio la espalda.
Nací en Altötting, Alta Baviera, llegué a representar a mi país en las olimpiadas del 36, fui también una brillante estudiante, la primera judía en asistir al Lyceo Hradec Kralove, Elizabeth la nieta de Horcher se sentía algo intrigada, como era posible que aquella mujer cultivada hubiera trabajado para su abuela, pero Esther fue puesta a salvo por sus progenitores bajo la tutela de los Horcher.Su hermano Levi cinco años mayor que ella comenzó a trabajar en el restaurante que tenían en Martin Luther Strasse, eran tiempos en que nadie quería emplear a judíos porque podían tener problemas, pero Horcher tenía una clientela nazi, y contactos con el alto mando, no le iban a molestar.
Esther Zukerman resumía así a su historia. Un día Otto Horcher cerró su restaurante berlinés y marchó a España.Horcher había sido advertido por Herman Göring del bombardeo que se avecinaba, y Otto fletó varios wagones de tren con todo su material del restaurante así como empleados y se instaló en Madrid.Esther y Levi formaron parte de aquel convoy.
Su nieta Elizabeth sería la encargada de armar la historia, recopilando fotos y recuerdos.
Su abuelo Gustav fue enólogo, pero siempre acarició la idea de abrir un restaurante, sentía pasión por la cocina.En 1904 abrió su restaurante en la zona más exclusiva de Berlín, eran gente de dinero, su familia era propietaria de varios locales, podían elegir el que quisieran y se decantaron por el nº 21 de la Martin Luther Strasse, fue desde sus inicios un restaurante de super lujo, desde las mantelerías hasta los copas de cristal pasando por los uniformes de los empleados...
Los Horcher no es solo la historia de una familia ni de un restaurante.
Una vez en Madrid eligen una zona bastante exclusiva, la Calle Alfonso XII;En la carta exquisiteces alemanas, entre ellas una sopa de compleja elaboración y lomo de corzo asado, una carta solo apta para unos cuantos.
En la trastienda del local había una historia de espionaje, los que venían y se escondían en el sótano, la relaciones publicas, una mujer bella y con dotes de seducción trabajaba para el M16 (servicio secreto británico,pero los Horcher no lo sabían). Su misión era quedarse con los rostros de los que por allí aparecían, y dar cuenta de ello, el restaurante se convirtió en un foco de espionaje que el gobierno de Franco siempre protegió, la colonia alemana la componían unas 30.000 personas entre los que había de "todo" y eran intocables, uno de los asiduos era el cuñadisimo , ya saben de quien hablamos, el todo poderoso Serrano Suñer. Hay muchas formas de apoyar a un régimen, puede ser de forma abierta o soterrada y esta es la impresión que se saca leyendo el libro. Otto Horcher ¿ fue un colaborador? durante la lectura del libro se intuye que si, aunque ayudara y protegiera a algunos judíos. No todos los nazis los odiaron.
Una historia apasionante que llega a nuestros días y que recomiendo, amena en todo momento.
Los Horcher no es solo la historia de una familia ni de un restaurante.
Una vez en Madrid eligen una zona bastante exclusiva, la Calle Alfonso XII;En la carta exquisiteces alemanas, entre ellas una sopa de compleja elaboración y lomo de corzo asado, una carta solo apta para unos cuantos.
En la trastienda del local había una historia de espionaje, los que venían y se escondían en el sótano, la relaciones publicas, una mujer bella y con dotes de seducción trabajaba para el M16 (servicio secreto británico,pero los Horcher no lo sabían). Su misión era quedarse con los rostros de los que por allí aparecían, y dar cuenta de ello, el restaurante se convirtió en un foco de espionaje que el gobierno de Franco siempre protegió, la colonia alemana la componían unas 30.000 personas entre los que había de "todo" y eran intocables, uno de los asiduos era el cuñadisimo , ya saben de quien hablamos, el todo poderoso Serrano Suñer. Hay muchas formas de apoyar a un régimen, puede ser de forma abierta o soterrada y esta es la impresión que se saca leyendo el libro. Otto Horcher ¿ fue un colaborador? durante la lectura del libro se intuye que si, aunque ayudara y protegiera a algunos judíos. No todos los nazis los odiaron.
Una historia apasionante que llega a nuestros días y que recomiendo, amena en todo momento.