¿Puede una persona, hombre o mujer, enamorarse de un retrato, sea este foto o lienzo? ya lo creo.No es el primer libro que leo cuya historia surge a raíz de un retrato.
La acción transcurre en Ankara en los años de la preguerra, un encuentro fortuito con un amigo que triunfa es el comienzo de la historia, esos encuentros donde te ves y terminas cenando en casa del amigo sin previo aviso a la esposa, algo que sucede en Turquía y en los países colindantes, donde puede haber cena para dos o para diez.
Raif Efendi rememora un momento trascendental en su vida,a travás de un cuaderno que guardaba en su escritorio y un colega del trabajo encuentra por casualidad.Raif era un personaje anodino, sin pretensiones de nada, su padre siendo joven lo mandó a Alemania para que conociera el secreto de la fabricación de jabones, pero el prefería visitar los museos. Un día visitando uno de ellos se detuvo ante un lienzo y en aquel momento algo sucedió en su interior: me resulta imposible describir mis sentimientos de ese instante, incluso después de tantos años, me quedé clavado delante del retrato de una mujer con abrigo de piel,,,, aunque nunca había coincidido con ella, tuve la sensación que no me era desconocido.... y Raif se explaya contándonos un sin fin de sensaciones que el retrato le produce. Busqué en el catalogo el nombre de quien había hecho aquella obra, Maria Puder, era la única obra suya en la exposición, era además su autorretrato.Hasta aquí un esbozo resumido, pero creo que corresponde al lector interesado adentrarse en el libro y descubrir lo que Raif Efendi nos va contando.
Nuestro protagonista es un hombre de ideas sumamente progresistas así lo deja traslucir en los diálogos que mantiene con María, ninguno de los dos parecen turcos, y en unos años donde la mujer era simplemente un papel decorativo, a lo más que podía aspirar era a contraer matrimonio y tener descendencia, pero María Puder no era una mujer al uso, por eso estaba sola.
Madona con abrigo es a su vez un retrato de la sociedad turca de aquellos años y que creo ha cambiado poco, el lujo oriental imperante en Turquía salta a la vista cuando se visita Estambul, y Sabahattin da en la diana, una sociedad vacía donde las sedas suplen las carencias.
La obra a pesar de haber sido escrita en los años previos a la II Guerra Mundial tiene una frescura muy actual, y se ve que quien la escribió pertenecía a la izquierda.
El autor, tenía tan solo 41 años cuando falleció en circunstancias extrañas al atravesar la frontera turco/búlgara. Se cree que lo mataron pues era opositor al régimen de Ataturk.
La acción transcurre en Ankara en los años de la preguerra, un encuentro fortuito con un amigo que triunfa es el comienzo de la historia, esos encuentros donde te ves y terminas cenando en casa del amigo sin previo aviso a la esposa, algo que sucede en Turquía y en los países colindantes, donde puede haber cena para dos o para diez.
Raif Efendi rememora un momento trascendental en su vida,a travás de un cuaderno que guardaba en su escritorio y un colega del trabajo encuentra por casualidad.Raif era un personaje anodino, sin pretensiones de nada, su padre siendo joven lo mandó a Alemania para que conociera el secreto de la fabricación de jabones, pero el prefería visitar los museos. Un día visitando uno de ellos se detuvo ante un lienzo y en aquel momento algo sucedió en su interior: me resulta imposible describir mis sentimientos de ese instante, incluso después de tantos años, me quedé clavado delante del retrato de una mujer con abrigo de piel,,,, aunque nunca había coincidido con ella, tuve la sensación que no me era desconocido.... y Raif se explaya contándonos un sin fin de sensaciones que el retrato le produce. Busqué en el catalogo el nombre de quien había hecho aquella obra, Maria Puder, era la única obra suya en la exposición, era además su autorretrato.Hasta aquí un esbozo resumido, pero creo que corresponde al lector interesado adentrarse en el libro y descubrir lo que Raif Efendi nos va contando.
Nuestro protagonista es un hombre de ideas sumamente progresistas así lo deja traslucir en los diálogos que mantiene con María, ninguno de los dos parecen turcos, y en unos años donde la mujer era simplemente un papel decorativo, a lo más que podía aspirar era a contraer matrimonio y tener descendencia, pero María Puder no era una mujer al uso, por eso estaba sola.
Madona con abrigo es a su vez un retrato de la sociedad turca de aquellos años y que creo ha cambiado poco, el lujo oriental imperante en Turquía salta a la vista cuando se visita Estambul, y Sabahattin da en la diana, una sociedad vacía donde las sedas suplen las carencias.
La obra a pesar de haber sido escrita en los años previos a la II Guerra Mundial tiene una frescura muy actual, y se ve que quien la escribió pertenecía a la izquierda.
El autor, tenía tan solo 41 años cuando falleció en circunstancias extrañas al atravesar la frontera turco/búlgara. Se cree que lo mataron pues era opositor al régimen de Ataturk.