La mano en el espejo.
Lo que ocurre después de la muerte es un desafío, algo de lo
que la mayoría prefiere no hablar ¿Para qué,dicen algunos? El tema resulta
incómodo.
La gente se suele
mover en torno a un núcleo de creencias según la religión que profesa, pero
poco dicen estas al respecto, salvo vagas ideas de un infierno, purgatorio y
cielo en el caso de la católica o ramas
cristianas y nada más.
En estos últimos años muchos testimonios han salido a la
luz, antes si alguien hablaba del tema era poco menos que un iluminado. La autora
ha sido profesora y periodista, sin entrar en pormenores de curriculum, tardó
tiempo en decidirse a escribir el libro por miedo al que dirán.
Y aquí comienza la historia. Era un Domingo 8 de Marzo de
2005, aquel día descubrí una enorme huella en el espejo del cuarto de baño de
mi casa de Sacramento , no era una huella normal y corriente, parecía estar
hecha de una sustancia especial, algo polvorienta y mostraba la estructura ósea
de la mano, por el tamaño era la mano de un hombre, aquel día era el
aniversario de la muerte de mi marido,
cogí la cámara e hice algunas fotos.
La primera pregunta que me hice es si el espíritu de mi
esposo había quedado atrapado en el lugar y quería ponerse en contacto conmigo, pero era entrar en un terreno desconocido. Mantuve la huella una semana hasta que
llegó la Sra de la limpieza.
Cuenta Janis, la autora, que se crió en un mundo religioso
pues su padre era pastor de una iglesia presbiteriana y cuenta cosas
interesantes como que la fé es un asunto mucho más complicado que una simple
creencia y que hay que llegar al fondo de las cosas y formularse preguntas; tenía una mente analítica y curiosa, mi padre me había dicho: prefiero que
busques y desafíes tu fe a seguirla a ciegas.
Como es habitual en este tipo de relato la autora narra no
solo su vida sino de la de sus padres y abuelos, su entrada en la Universidad ,
su divorcio y así hasta llegar al día
en que encontró la mano.
Pero los sucesos
comenzaron mucho antes, en la misa de funeral una puerta que daba a la
sacristía se cerró de forma violenta sin que hubiera viento, ni nadie allí, al
llegar a casa el carrillón del salón comenzó a sonar, algunas bombillas se
fundieron, el reloj de una de las mesas se había parado a las 12:40 hora exacta
de la muerte de mi esposo.¿ Era un cúmulo de coincidencias? Una semana más
tarde oí un ruido extraño en el baño y cuando entré vi como la pared ondeaba
como si fueran olas del mar, aquello era algo insólito, llamé a un fontanero
para que inspeccionara los tubos de salida de agua y dijo que todo estaba bien.
La autora también cuenta alguna que otra sincronicidad. Cuando era joven no fue consciente de
ello pues no sabía de su existencia ( esto nos ha sucedido a muchos) pero con
los años fue apreciándolas y distinguiéndolas de las simples casualidades.
Justo el día del padre cogió un libro y dentro había una carta que la madre de
su esposo le había escrito un año antes felicitándole, se quedó sorprendida.
Durante el primer año de la muerte de Max los sucesos
“casuales” se sucedían, aunque yo adoptaba una actitud de negación, pero la mano
en el espejo en Mayo de 2005 justo al año de su muerte lo cambió todo.No sabía
a quien contarle lo que me estaba sucediendo y al final opté por hablar con mi
cuñada y mi hermana, personas de mi absoluta confianza, se mostraron
comprensivas,, pero posiblemente pensaban que todo ello se debía a mi dolor,lo
hablé con unas amigas y misma historia mucha comprensión pero sin creerme.Entonces
decidí hacer un viaje con mi hijo a Italia, viaje que estaba programado poco
antes de que a mi marido le diagnosticaran la enfermedad , ya en Portofino mi
hijo y yo decidimos hacernos una foto juntos y le pido a un viandante que nos
la saque, la sorpresa fue mayúscula, cuando llegamos a Sacramento vimos que a lo
lejos detrás nuestra había una barca de pesca con un nombre Max , no salía de
mi asombro.
A los dos años de la muerte de Max yo no quería estar sola,
así que comenté entre mis amistades que quería rehacer mi vida y que me
presentaran a posibles candidatos (cosa habitual en algunos países pero
práctica desconocida en España) y se pusieron manos a la obra, le presentaban a
gente de manera informal y ella decidía si quería una cita con ellos, de esta
forma conoce a Jim con quien comienza una relación, pero cuando este estaba
fuera de la ciudad y la llamaba por teléfono la línea se cortaba, la autora se
pregunta si puede alguien desde el más allá hacer algo así. Los fenómenos
extraños volvieron, un día el parabrisas de mi coche estaba lleno de hilos
dorados, fenómeno que ya había ocurrido en el baño y cuando intentaba tocarlos
se desvanecían.
La pareja se mudó a Sun Valley y un día Jim le comentó algo
molesto ¿Por qué mueves las alfombras constantemente? Pero yo no movía las
alfombras, de hecho eran muy pesadas para moverlas,, pusieron los dos juntos la
alfombra de una forma determinada y por la noche cuando volvieron la alfombra
se había movido unos 20 cms y cambiado de posición,, los días posteriores la
alfombra comenzó a enrollarse.
Un día asistió a una sesión de cine espiritual ya después se
acercó a alguien y le contó su experiencia ¿Como ha dicho, una mano en un
espejo? Necesita conocer a alguien, y así fue como le presentaron a wendland,
este hombre era científico y se dedicaba a estudiar las realidades
extrafisicas, el Dr Wendland se preguntaba¿ si solo somos un manojo de neuronas
que sentido tiene el libre albedrío?
Cuando le pregunté porque los espíritus no se comunicaban de
una forma mas entendible, su respuesta fue que era difícil el cruce de esos
mundos,además si compartieran toda la información que tienen con nosotros, entonces no aprenderíamos, al no vivirlas. El
objetivo de cada vida es aprender, si supiéramos el final no actuaríamos.
A finales de 2008 Janis la autora del relato tuvo otro
encuentro con los hilos dorados de los que ya hemos hablado, pero esta vez
cuando toqué uno no desapareció,sino que se formó un triangulo dentro de mi
mano.En nuestra nueva casa en Napa seguíamos teniendo problema con la alfombra,
se enrollaba sola,se movía de lugar..Durante dos años consultaron con todo tipo
de especialistas, afortunadamente en EEUU los especialistas no son siempre
videntes o chamanes marginales, sino que hay mucha gente del campo científico,
físicos, sobre todo de física cuántica y otras disciplinas, incluso dentro del campo de la
medicina.
La historia termina sin una explicación sobre los fenómenos
que sucedían en casa de la autora aunque cambiara de residencia.
PD. Nunca vi un libro
tan publicitado como este ,llevan mas de tres meses con entrevistas y
publicidad de todo tipo en distintos medios, sobre todo en revistas esotéricas
, me pregunto si se está vendiendo medianamente bien o si quizás el titulo no
es entendido por el público o no es lo
suficientemente llamativo para el lector, puede ser original, pero la
originalidad no siempre vende.Mi opinión al respecto es la de un libro más
sobre la temática de personas fallecidas que quieren ponerse en contacto de
alguna manera o advertir de algo y utilizan medios llamativos en este caso una
mano en el espejo y una alfombra que cambia de lugar.
Para las personas que
creemos que la vida no termina con la muerte el libro es una historia mas de
las tantas que hay, que puede resultar interesante en mayor o menor
medida y en función de que haya leído algo al respecto con anterioridad, y para
los escépticos me temo que el tema no
interesa;hace poco en Cuarto Milenio uno de los escépticos habituales que
participan, hizo una foto en un lugar de Sevilla próxima a una base aérea y
salió el cuerpo a todas luces de lo que parecía un piloto militar con casco en
la mano, la foto aparecía detrás del grupo y no se le veían bien los pies ¿ que
explicación dio el escéptico,?,pues
alguien que se reflejó en ese momento o alguien que pasaba, por eso digo
que los escépticos ni se molesten.
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