Un buen título para una novela, porque hay títulos y títulos, yo me guío mucho por él y es así que algunos libros no los leo y posiblemente me pierda algo grande, pero no es culpa mía sino del autor.
Y entro en materia. Cuenta Marsé, que en 1982 aceptó escribir el guión para una película, sobre un hecho acaecido en Barcelona años atrás y cuyo móvil aparentemente pasional nunca quedó claro, el funesto suceso tuvo lugar en la cabina de un cine de barrio en 1949 y todavía a decir del autor se le recuerda envuelto en el misterio. La victima una prostituta estrangulada con una cinta de celuloide y todo ello envuelto en un ambiente de erotismo. En el 82 todavía andábamos a cuesta con el puño en alto y la película quería ser un trasunto político.
La información que el autor poseía era poca, el expediente judicial y poco más, pero todo era confuso y parecía tapar a instancias más altas.
A raíz de esta historia Marsé crea la novela.
La información que el autor poseía era poca, el expediente judicial y poco más, pero todo era confuso y parecía tapar a instancias más altas.
A raíz de esta historia Marsé crea la novela.
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