lunes, 25 de septiembre de 2017

Mi nombre es patria.


De Africa de las Heras,había oído algo pero por terceros y meras referencias.
Dice Raul Villamarino autor del libro que a veces lo que hay en los archivos soviéticos dista de la realidad, mucha información fue alterada, pongo por ejemplo el dossier medico de Lenin, cuando se abrió el archivo la analitica no estaba,  era una información fundamental para saber si realmente falleció de sífilis, y como este más ejemplos. De algunas cosas la única huella son los testimonios de terceros, o personas que le trataron, sea Lenin u otros. 

En 1988 en un hospital de Moscú con olor a desinfectante, yacía en una cama una mujer con gesto de dolor y sufrimiento en su rostro,la paciente de 78 años tiene su organismo muy deteriorado, eran los años de la perestroika que ya se avecinaba. La mujer era Afica de las Heras, nacida en Ceuta en 1909, por eso llevaba ese nombre tan ceutí.

   En 1930 y estando en Madrid, Africa estaba ya comprometida con la política. Había nacido para ello y vivió para ello, fue condecorada en ocho ocasiones y ostentaba el grado de Coronel del ejercito soviético.Según narra el autor, obtener información sobre Africa fue complicado,y gracias a un antiguo archivero pudo acceder a ciertos detalles. El papel de Africa tanto en España como en la extinta Unión Soviética es a mi entender mucho más importante que el de Pasionaria, aunque sea esta última la que más gloria alcanzó en el mundo.
    En los libros que he leído sobre Trostky no aparece nunca el nombre de Maria de la Sierra ( Africa de las Heras) y es porque según cuenta el autor no vivía en la casa ni trabajaba allí, pero hacía labores de secretariado.Africa vivía en una pensión y todos los Sabados a las cinco salía a comprar pasteles y en función del número de pasteles   esa era la hora de la cita convenida en un determinado lugar que cambiaba constantemente.
    Con 38 años y después de haber recibido instrucción en Moscú fue enviada a París con el encargo de contraer matrimonio con un sudamericano, y encontró a uno, Filisberto Hernandez a quien consiguió enamorar, Filisberto era uruguayo y anti comunista lo cual era fantástico para los planes de Moscú, Africa en París era una modista de altos vuelos, Maria Luisa , ese era su nombre ahora, lo agasajaba en su domicilio de París, con buenas cenas, se mostraba celosa ante las actividades nocturnas de él,Filísberto tocaba el piano en clubes nocturnos. Moscú dio el visto bueno, Uruguay era el lugar idóneo, y los amigos de Filísberto comenzaron a movilizarse para hacer realidad el sueño de la pareja.El uruguayo hizo los trámites de divorcio de su primera esposa para poder contraer nuevo matrimonio con Maria Luisa, ajeno a la trama que urdía Moscú. Una vez casados  se instalaron en Montevideo, su trabajo allí fue muy valioso par Moscú,no fue una espía más en el organigrama soviético, pues creó un sistema secreto diferente al de Moscú para comunicarse con ellos, ese sistema cifrado era imposible de entender y descifrar en caso de ser interceptado, las claves variaban en cada mensaje, las claves para descifrarlo solo las tenía el alto mando soviético.
   Se puede entender que fuera condecorada con la orden de Lenin, entre otras.

Su tumba algo dejada en el cementerio moscovita de Kuntsanevo para quien fuera tan valiosa  y prestara tantos servicios. Una obra amena y con información interesante para los amantes del mundo del espionaje.
 






       

  

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