Los niños de la guerra fue un tema poco conocido en España hasta mediados de los 90 cuando algunos historiadores comienzan a interesarse.El gobierno fascista que gobernaba España nunca quiso oir hablar del tema, la decisión fue del gobierno republicano, y los que salieron fue donde el bando nacional bombardeó con más saña, País Vasco, Valencia, y también Madrid, desde los puertos de estas dos ciudades salieron varios barcos, con destino a distintos países.
Los países que se ofrecieron fueron:Mexico, Belgica, Francia, Dinamarca,Suiza y la Unión Soviética, en algunos la cifra fue simbólica como Suiza (450), Dinamarca (100) o Suecia otros 100,Noruega y Holanda no acogen pero contribuye economicamente, mientras que Francia acogió a 20.000, y la Unión Soviética a 2.900; no salieron todos de golpe, fue entre 1937-38 según la guerra se encarnizaba. Los niños son bien recibidos en todos los países,si en un principio hubo miedo a que llegaran con enfermedades como la sarna o la tuberculosis, pronto estos miedos se disiparon, los niños iban en buen estado.
Se dio el caso que algunos fueron acogidos por familias que economicamente estaban bien, pero no recibieron la educación adecuada.
Algunos de estos niños perdieron la memoria del momento de la partida, pues eran pequeños 7-9 años, aunque la mayoría rondaba los 12/14 y estos fueron los que con el tiempo fueron contando historias. Cuando el buque Habana partió del puerto de Santurce los niños comenzaron a marearse y los adultos no sabían lo que hacer, iban acompañados de personal sanitario y educativo, al poco de zarpar, un buque del bando nacional, el Cervera, trata de abordarlos para impedir su huida, pero había buques de la marina inglesa a proximidad e impidieron lo que hubiera sido una masacre.
Los más estudiados han sido los niños de Rusia, de los que hay varios libros editados, por los menos dos que yo sepa.
Los niños de Rusia.
Cuatro expediciones zarparon a territorio ruso.En Septiembre de 1936 la secretaría de la Internacional Comunista preocupada por el rumbo que toman las cosas escribe al jefe del estado soviético solicitando ayuda para los niños españoles que están sufriendo los bombardeos, Stalin acepta, y los periódicos rusos hacen llamamientos a la población para que se solidarice con los pequeños, la primera expedición sale el 21 de Marzo del 37 y la última en Octubre del 38.
Para estos padres republicanos la mejor opción fue la Unión Soviética, porque el país ofrecía garantías, todos no pensaron igual, pues entre los republicanos había distintas opciones políticas.Pese a las palabras tranquilizadoras de los padres, los niños iban asustados, el viaje no fue fácil, pero la llegada a Leningrado fue apoteósica, cientos de personas les esperaban con banderas, había una orquesta, la gente llevaba dulces, y de todo lo que encontraron, de la estación fueron metidos en autobuses y transportados a residencias que antiguamente fueron palacetes nobles, y habían sido habilitados para ellos, desde la entrada en puerto ruso, un grupo de interpretes hacía de intermediarios.La distribución se hizo entre Moscú, Leningrado, Kiev, Jartov y Odessa, después de los tres días de estancia en Leningrado a algunos nos metieron de nuevo en un tren hacia Odessa ( 200 fueron llevados allí) mientras se habilitaban las casas fueron llevados al Hotel Octubre el mejor que había entonces, los dejaron correr y hasta romper cosas. Allí estaban ya, José Diaz que murió en trágicas circunstancias, se suicidó tirándose desde la ventana de su piso, tenía cáncer de pulmón, Pasionaria,Enrique Lister, Juan Modesto, y otros menos conocidos. Había 1550 personas entre españoles y rusos atendiendo a los niños.
A pesar de que en la U.S había escasez de todo, a los niños no les faltaba de nada, estaban bien alimentados, la educación la recibían en español excepto la asignatura de lengua rusa. La enseñanza era igual a la que se impartía para los niños soviéticos con algunas excepciones, hasta los 17 en el colegio y luego había dos opciones o F.P allí llamada técnica o Universidad.
Una vez ganada la guerra los niños saben que el asunto va para largo y que quizá no vuelvan, pero están felices, les escriben cartas a sus padres contandole lo bien que comen y lo que están aprendiendo, pero cuando esas cartas llegan a Madrid son requisadas por las autoridades y no son entregadas a sus padres, en España era inconcebible que en el país de las miserias los niños estuvieran bien y fueran felices, afortunadamente no se rompieron, se guardaron y fueron enviadas al archivo nacional que ha servido a los historiadores para su investigación.
Stalin quería que los niños guardaran su idiosincracia como españoles, pero si recibieron formación marxista, la prensa soviética hablaba de ellos, había fotos en los periódicos donde se les veía felices, los niños tenían a demás un padrino ruso, generalmente soldados que les llevaban regalos.
Pero en 1941 las circunstancias se tornan complicadas la guerra está en puertas y los niños ya no están a salvo, en 1942 son evacuados a lugares alejados, tras la guerra los rigores económicos fueron los mismos que los del resto de la población rusa. Tras la llegada de Fidel Castro al poder muchos de estos niños serán traductores entre ambos países, niños ya adultos.
En los años 60 volvieron algunos ya muy adultos, venían casados y con familia, se integraron en fabricas españolas pero no se adaptaron porque la forma de trabajo aquí distaba mucho de la URRS y muchos volvieron, también se sospecha que algunos de esos niños no eran realmente niños de la guerra sino rusos que Stalin intentaba introducir en España como espías, hubo también algún "niño" que trabajo para Stalin, caso de Luis, un vasco que él mismo se define al servicio de Stalin.Falleció con 90 años.
En los años 60 volvieron algunos ya muy adultos, venían casados y con familia, se integraron en fabricas españolas pero no se adaptaron porque la forma de trabajo aquí distaba mucho de la URRS y muchos volvieron, también se sospecha que algunos de esos niños no eran realmente niños de la guerra sino rusos que Stalin intentaba introducir en España como espías, hubo también algún "niño" que trabajo para Stalin, caso de Luis, un vasco que él mismo se define al servicio de Stalin.Falleció con 90 años.
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