La obra de Aleksandr Kaznacheev es realmente demoledora.
Diplomático soviético enviado a la embajada de Birmania, poco a poco se va
desencantando del sistema, un sistema donde no priman los valores humanos sino
el materialismo en sus distintas vertientes y sobre todo el interés del partido
por encima del individuo. Esta concepción del mundo hace a los individuos meros
instrumentos del estado,, lo peor de todo es que he conocido a alguna que otra
persona de algún país marxista que a pesar de renegar del sistema actúan
igual, posiblemente años de educación los hizo así, es un tema con el que he
debatido con alguna persona en mas de una ocasión ellos no le ven así,
sencillamente esconden el cuello, a veces no todo es culpa del sistema pero
este sería otro debate.
Kasnachev nos desglosa un poco su vida en Moscú, de como
aprendió lenguas orientales, en su caso el birmano, de como se estudia un
idioma en Rusia, no se si actualmente es asi pues la obra es antigua pero
nada que ver con el aprendizaje de un idioma en España, en Rusia se estudia
también la geografía, las costumbres, las locuciones verbales, hay un
conocimiento profundo de la literatura, y un alumno en el tercer curso puede
hacer perfectamente de interprete incluso en un idioma como el birmano, esto
bien, chapeau por ellos, pero el libro nos habla de temas mas complejos.
Las relaciones entre los miembros que vivían en la embajada
eran asfixiante, vivían todos dentro del mismo edificio, comían todos en el
comedor comida birmana, pues el cocinero era un nativo. De desayuno arroz con
pollo, para almorzar arroz con pollo y para la cena arroz con alguna variante,no
había intimidad pues el baño era compartido y debían espiarse unos a otros, asi
cualquier desavenencia propiciaba algún
malentendido político, las acusaciones por sospechas estaban a la orden del día.
Aleksandr intentó hacer amistades con birmanos, pero le
dieron un toque bien serio, con los nativos no se habla, no podían frecuentar
determinados sitios, de vez en cuando llegaba alguien de Moscú, a veces no
sabían con que misión y pensaban que venían a dar algún informe contra ellos.
La rutina, la desconfianza mutua , la delación forma parte
del ambiente dentro de una embajada
soviética, donde todos parecen sospechar de todos, como si de una novela de
suspense se tratara, el sistema de
jerarquía donde el de arriba trata con cierto desprecio al de abajo,,,
Cuenta Kaznacheev que para el soviético la humanidad es una
manada de lobos, el fin del comunismo era borrar cualquier valor humano y sustituirlo
por el nuevo hombre.
El divorcio un tema tabú en la sociedad soviética, Stalin lo
había “desaconsejado”y aunque estamos en el 59 el divorcio en la URRS era casi
imposible, te podía costar el puesto de trabajo y los rusos lo sabían, así que había
cientos de parejas con vidas paralelas que oficialmente eran marido y mujer, en
el libro se cuenta un caso, El,un diplomático en Birmania ella en Moscú, estaban
separado de facto, pero ella le escribía una carta mensual sin contenido para
que nadie sospechara..
Los birmanos no tienen ese sentido materialista de la
sociedad occidental, para ellos vivir en la pobreza no es una desgracia, la
amistad y el amor son lo mas valioso.
En 1959 Aleksandr kaznacheev se decidió a entrar en la
embajada americana y pedir asilo político, estaba desencantado posteriormente
escribiría esta pequeña obrita, no por pequeña menos interesante ,sobre todo
instructiva. No hay libro que no te enseñe algo.
Nota: El libro se encuentra disponible en al biblioteca publica de Alicante.
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