El libro de mi destino.-Parinoush Saniee.
Interesante relato sobre la vida en el Iran
pre-revolucionario a través de los ojos de una mujer.
Cuando la familia abandonó Qon le tuvo que prometer a su
padre que seguiría llevando pañuelo en la cabeza, el Hiyab, pues en aquellos años no era habitual el Shador, el padre tenía miedo que la niña
se estropeara y ella no comprendía como se podría estropear. Dejala ir a la
escuela padre le decía su hermana, el problema que se les planteaba a la
familia era encontrar un marido decente para las niñas, era costumbre concertar
matrimonios entre familias y clanes, uno
de sus hermanos tenía miedo que ella
fuera a ser mas culta, la abuela tampoco
quería que estudiara.
Mi madre quería que mi hermano Mahmud se casara con una prima que venía por casa, pues decían era una Sayyida ( descendiente del profeta) pero mi hermano estaba enamorado de
mi prima Mabubeh.
La ilusión de Masumeh nuestra protagonista era estudiar
literatura pero lo tenía complicado, la directora del centro mandó llamar a su
padre y este accedió a ir, finalmente el padre estuvo de acuerdo.
Un día resbaló en la nieve y se torció un tobillo, los
hermanos le hacían la vida imposible, llegándole a dar hasta patadas.
Durante los dos años previos a la partida hacia Teherán hubo
peleas y discusiones, solo se ponían de acuerdo en una cosa que tenían que
casarme y liberarse de mi, yo iba todos los día al santuario de la Santa
Masumeh a pedirle que pudieran llegar a
Teherán y estudiar, y gracias a Dios mis oraciones fueron escuchadas nadie llamó a mi puerta para pedir mi mano, como nadie venía a pedir mi mano mi
madre se acordó de un antiguo pretendiente que se había casado y divorciado
unos meses mas tarde, era feo y antipático, así que me arrojé a los pies de mi
padre para que me llevaran con ellos a Teherán.
Ya en Teherán mis hermanos se opusieron a que estudiara ,me
costó sudor y lagrimas convencerlos,
cuando por fin mi padre me autorizó a ir a la escuela decidí ponerme solo el
pañuelo lo cual irritó todavía más a mis hermanos, me había convertido en la
personificación del pecado.
En casa solo teníamos una radio, aunque yo ya había visto un
televisor en casa del tío Abbas, pero no podía escuchar música porque era
pecado, sobre todo si estaban mis hermanos en casa.
Pasaban las semanas y mi proyecto de estudiar literatura se
iba aplazando, mis dos hermanos no me dejaban salir de casa bajo ningún
concepto.
Un buen día se presentaron en casa tres mujeres con un
hombre, mi madre se puso manos a la obra, limpieza de la casa, compra de
dulces, era un pretendiente, en cuanto lo vi me di cuenta que era una madera a
la deriva, trabajaba con mi hermano Mahmud en el bazar, pero por fortuna no les
gusté buscaban una esposa rolliza y mofletuda, yo era delgada y no era del
gusto de los hombres iraníes, que lastima decía mi madre ,esta pobre niña no
tiene suerte, era rico y además no había estado casado. La desgracia del
desencuentro la terminaría conociendo todo el barrio y quien iba a querer
casarse conmigo. La madre le preparaba arroz con pollo a diario, sopa de pierna
de cordero, gachas de trigo con carne y sopa de pezuñas de oveja pero no había
forma de qe cogiera unos kilos que me hicieran apetecible para algún hombre, lo que
quería era cebarme y entregarme a un monstruo. Me pusieron en venta y las
familias venían a conocerme, se corrió la voz de que buscaba marido y a casa
venía todo tipo de gente.
Pero yo estaba enamorada de otro hombre, Said, el ayudante
del farmacéutico, al que había visto a varias ocasiones cuando iba camino del
colegio. Mi amiga Parvaneh se mudaba de barrio y me quedaba sin confidente ni
protectora.
El siguiente en la lista fue un carnicero robusto y con una amante,se
enteraron gracias a una vecina, pero a mi madre parecía importarle poco, había
que casarme a toda prisa, así que la vecina aterrorizada ante lo que me
esperaba porque era un hombre bebedor y violento decidió buscarle marido por su
cuenta, y encontró al hijo de unos libreros,la familia se presentó en casa para
conocerla sin el hijo, decían que estaba de viaje, llevaron una foto y querían
hacer la boda en una semana, lo cual me pareció muy raro, ese mismo día
acordaron comprarme el anillo de boda, yo no daba crédito, en cuestión de dos
horas organizaron la boda y el compromiso, yo me preguntaba ¿ que puedo hacer
para detener todo esto? Todo el mundo opinaba excepto yo.
La boda se celebró y
todos dieron gracias al profeta. Cuando estuve a solas con él me dijo: tranquila me voy pues esta noche tengo cosas que hacer y cuando vuelva no te
molestaré. Todo lo que esperaban de mi era que cocinara y sirviera en el
dormitorio., al día siguiente me desperté sobre las 12 del medio día y la casa
seguía vacía, no había comida excepto un somovar con te y unas pastas que
habían sobrado de la boda, no tenía dinero para ir a comprar pero me encontraba a gusto porque me había alejado de mi familia,
48 horas después de la boda mi marido seguía sin aparecer pero si se presentó
toda la familia de él, venían a ayudarme a limpiar el apartamento pero ya lo
había hecho yo,la suegra me dio algunos consejos, dentro de nueve meses el
primer hijo, y a los otro nueve el segundo, me trajeron una olla con guiso de
cordero ,no había comido nada semejante en tiempo, esperaba el regreso del
desconocido ( se refiere al hombre con quien había contraído matrimonio), a la
mañana siguiente el desconocido había aparecido y se había quedado dormido sobre unos
cojines, cuando se despertó me preguntó mi nombre,no sabía ni como me llamaba.
Pero el desconocido resultó ser una caja de sorpresas, era
liberal y pertenecía a un grupo que se dedicaba a ayudar a los oprimidos. Aquel
día fuimos a visitar a mis suegros, reinaba buen ambiente, allí los hombres
hablaban con las mujeres.
Llegamos a un acuerdo habría libertad entre nosotros, cuando
llegamos a casa el cogió unas mantas y se fue a dormir al salón, no sentía amor
ni deseo por Hamid pero me sentía en deuda con él, después de un primer
aborto tuve un hijo , pero mi
esposo seguía siendo irresponsable y no venía a dormir por las noches, nuestro
hijo se llamó Siamak, poco después volví a quedar embarazada y me sugirió que
abortara, no le gustaban los niños.
Mi vida transcurría en soledad con mis dos hijos, mi esposo
casi no aparecía por casa, una noche los niños se pusieron malos con
diarrea,había una epidemia de cólera en el país, así que de madrugada llamé a
un taxi, lo primero que me preguntó el taxista ¿ como es que está sola, donde
está su marido? No la dejaran ingresarlos si no está el padre… así era la vida
en Irán y así sigue siendo en algunos países a día de hoy. ..Hamid había desaparecido, llevaba tres meses sin dar señales
de vida, y yo estaba viviendo de prestado, todo el dinero que me dejó se había
terminado. Un buen día apareció sin mas…
Mis hijos iban creciendo y yo seguía sola, cuando Hamid
venía dormía en otra habitación, ya para entonces sabía que Hamid no es que se fuera de juerga
sino que pertenecía a un grupo opositor al Sha.
Después de ocho años de matrimonio eramos una familia,
hicimos un viaje y por fin Hamid se decidió a romper su promesa y me tomó en
sus brazos.
Cuando Hamid entró en la cárcel su familia me ayudaba económicamente
y pensé en trabajar, en la sección de anuncios de los periódicos había mucha
ofertas de trabajo como secretarias, en algunos despachos me miraron de arriba a
bajo con lasciva como si en vez de
secretaria buscaran una amante.
En aquellos años la SAVAK estaba por todas partes, había que
tener cuidado al hablar.fueron años de represión brutal, entre los compañeros
de trabajo había espías de la SAVAK.
La autora, bello rostro, tiene 64 años y reside en Alemania.
Por aquel entonces mi
otro hermano iba a contraer matrimonio
se hablaba de la novia como si de una inversión se tratara, espera a ver la
dote y haremos tratos con el padre,decía mi hermano.
En 1977 había un gran
malestar en el país pero la gente se expresaba con más osadía, mi hijo mayor
había adquirido algunas practicas, como levantarse para hacer la oración, no
quería ver la televisión ni escuchar música en la radio y aquello me preocupaba,
mi hermano también estaba obsesionado
con la revolución y los ritos religiosos.
Al año de morir mi padre se le hizo un funeral y se invitó a gente, la casa de
mi hermano se llenó de Mulah había hombres y mujeres por todas partes hasta en el jardín, recitaban elegías, se daban golpes de pecho,,en aquel año el Sha iba a
indultar a 1000 presos políticos así que tenía la esperanza que entre los
liberados estuviera mi esposo, una tarde mientras veía la televisión oí que la
puerta se abría, era Hamid.
La llegada de mi marido fue un espectáculo circense,la
casa se llenó de curiosos, todos querían verlo, mi hermano se instaló en casa
con un tropel de gente, hizo traer sacos de comida y el mismo se encargaba de
hacerla para que yo no protestara, la madre ante la animación que había cogió sus cosas y se instaló también, poco después llegó la hermana de Tabriz con el marido y los hijos aquello ya era imposible de soportar, porque a demás mi marido llegó con fiebre. El derroche y generosidad de mi hermano me sorprendían,mi hermano daba a entender que habían liberado a Hamid gracias a sus esfuerzos,cuando el medico llegó y vio el ambiente de la casa aconsejó que se fueran todos, que el paciente necesitaba tranquilidad.
En aquellos días de fervor revolucionario la casa seguía llena de pesonas, desde las terrazas la gente intercambiaba ideas, el Sha había huido del país.El ayatola Jomeini estaba a punto de llegar y todas las facciones políticas se habían unido, incluso viejos enemigos de antaño ahora volvían a ser amigos,pero la euforia duró poco, ya no teníamos un enemigo común que es lo que nos unía , ahora había diversidad de opiniones políticas y eso creaba tensiones, una charla entre Hamid y mi hermano terminó en pelea, lo único que quiere el pueblo es el Islam terció mi hermano.
¿Retroceder cuatro cientos años, dijo Hamid? Las reglas de Dios no envejecen,esa era la opinión de mi hermano. Hay que cortarle la mano a los que roban,, encerrar a las mujeres,, terminaron en insultos y con este panorama mi esposo volvió a su ajetreo político y a ausentarse de casa, las batallas ideológicas lo eclipsan todo
La universidad era un caos, el grupo que llegaba antes colgaba un cartel en una sala y la cerraba para que no la ocuparan otros, gente que antes habían llevado una vida normal se dejaban barbas y llevaban el rosario en la mano y no solo eso sino que se dedicaban a liquidar asuntos pendientes,en el trabajo me advirtieron: Procura asistir a las oraciones del viernes porque si no estas acabada, lo importante es que te vieran rezar, todos los días ponían en el tablón de anuncios la lista de los que iban a despedir, la vida en Irán se complicó, apagones nocturnos, falta de alimentos y un día cuando llegué al trabajo vi que nadie me hablaba ,mi jefe me llamó a su despacho,había recibido una carta del comité de erradicación se la acusaba de comunista,,había personas dispuestas a testificar en mi contra,,me habían despedido , cuando llegué a casa estaba patas arriba y Hamid no estaba, días más tarde supe que había sido ejecutado.
Cuando mi hijo cumplió 18 años conseguí sacarlo del país,lo mandé a Islamabad para que cursara estudios,había estado encarcelado por motivos politicos, mi vida era trabajo y trabajo para mandarle dinero.
Un buen día mi amiga Parvaneh se encontró con mi antiguo amor Said, y después de hablar un rato convinieron en que me lo comunicarían, y asi de esta forma volvimos a revivir momentos felices, pero los hijos de Masumeh no querían que su madre fuera feliz con otro hombre, solo la apreciaban como madre, y la actitud de los hijos empañó la relación, Said volvió a EEUU donde tenía una "familia" aunque llevaba siete años separado y ella no quiso comprometerse para no indisponerse con sus hijos
¿Retroceder cuatro cientos años, dijo Hamid? Las reglas de Dios no envejecen,esa era la opinión de mi hermano. Hay que cortarle la mano a los que roban,, encerrar a las mujeres,, terminaron en insultos y con este panorama mi esposo volvió a su ajetreo político y a ausentarse de casa, las batallas ideológicas lo eclipsan todo
La universidad era un caos, el grupo que llegaba antes colgaba un cartel en una sala y la cerraba para que no la ocuparan otros, gente que antes habían llevado una vida normal se dejaban barbas y llevaban el rosario en la mano y no solo eso sino que se dedicaban a liquidar asuntos pendientes,en el trabajo me advirtieron: Procura asistir a las oraciones del viernes porque si no estas acabada, lo importante es que te vieran rezar, todos los días ponían en el tablón de anuncios la lista de los que iban a despedir, la vida en Irán se complicó, apagones nocturnos, falta de alimentos y un día cuando llegué al trabajo vi que nadie me hablaba ,mi jefe me llamó a su despacho,había recibido una carta del comité de erradicación se la acusaba de comunista,,había personas dispuestas a testificar en mi contra,,me habían despedido , cuando llegué a casa estaba patas arriba y Hamid no estaba, días más tarde supe que había sido ejecutado.
Cuando mi hijo cumplió 18 años conseguí sacarlo del país,lo mandé a Islamabad para que cursara estudios,había estado encarcelado por motivos politicos, mi vida era trabajo y trabajo para mandarle dinero.
Un buen día mi amiga Parvaneh se encontró con mi antiguo amor Said, y después de hablar un rato convinieron en que me lo comunicarían, y asi de esta forma volvimos a revivir momentos felices, pero los hijos de Masumeh no querían que su madre fuera feliz con otro hombre, solo la apreciaban como madre, y la actitud de los hijos empañó la relación, Said volvió a EEUU donde tenía una "familia" aunque llevaba siete años separado y ella no quiso comprometerse para no indisponerse con sus hijos
Me quedo con una frase de la madre de nuestra protagonista: Todos llevamos el destino escrito en la
frente desde el primer día .
La critica literaria del País:
Digamos primero lo
que no es esta novela: no es una innovación de estilo, no juega con tiempos ni
personajes, no salta hacia la complejidad narrativa ni esperen de ella que
inaugure una vanguardia literaria, su interés radica en conocer un Irán que
aunque anclado en el S XX ( años 60/70) su sociedad parece medieval, y el
dramático papel de la mujer iraní.
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Nota añadida por mi.
La vida de las mujeres en Irán siempre fue mucho peor que en otros países árabes, maltratadas por hermanos y por los mismos padres, las casaban entre los 14 y los 15 años y no solían ver al novio hasta el día de los esponsales, en algunos casos las tenían encerradas en las casas sin instruirlas.Con la llegada delos Ayatolas las cosas para ellas no mejoraron, al parecer hacen una interpretación del Corán donde a la mujer nada les está permitido, el libro estuvo vetado durante mucho tiempo, hoy el sistema se ha suavizado un poco y se ha convertido en un Best seller. Un libro similar es el de Betty Mahmody No sin mi hija disponible en este blog
Comparto la critica del País.
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Nota añadida por mi.
La vida de las mujeres en Irán siempre fue mucho peor que en otros países árabes, maltratadas por hermanos y por los mismos padres, las casaban entre los 14 y los 15 años y no solían ver al novio hasta el día de los esponsales, en algunos casos las tenían encerradas en las casas sin instruirlas.Con la llegada delos Ayatolas las cosas para ellas no mejoraron, al parecer hacen una interpretación del Corán donde a la mujer nada les está permitido, el libro estuvo vetado durante mucho tiempo, hoy el sistema se ha suavizado un poco y se ha convertido en un Best seller. Un libro similar es el de Betty Mahmody No sin mi hija disponible en este blog
Comparto la critica del País.
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