La estratagema.- Léa Cohen. Resumen y comentarios
¿ Donde están los inviernos de mi infancia, aquella infancia
de los años 50? Así comienza una bella historia contada por Lea Cohen, una
escritora judía, las plumas judías femeninas se prodigan poco , por eso es de
celebrar cuando surge alguna.
Eva la protagonista no creía en casualidades, no era una
cuestión de fatalismo pero buscaba coincidencia por todas partes, insistía que
hasta en el azar más absurdo existía un plan.
Había nacido en Bulgaria y ahora se encontraba en Nueva
York, aquel viaje se gestó como el resultado de una serie de confluencias muy
complicadas.
Eva va rememorando sus infancia en Sofía, su padre era
abogado y su misión no era salvar a la gente de la cárcel pues era la policía
política quien decidía, sino de aliviar las condiciones de vida de los que ya
estaban encerrados. Su tío Alexéi había pertenecido a la guardia blanca rusa y
estaba en una lista de sospechosos.
Siendo muy joven y
viviendo en Sofía no tenía claro que quería hacer y la madre decidió que
estudiara música, nadie le preguntó si
quería estudiar violonchelo pero entre el ruido que había en el piso y que a
ella no le gustaba lo dejó con 16 años, en la Europa del este siempre hubo
pasión por la música clásica y Bulgaria no escapó a ese amor, a Eva le encantaba escuchar música.
Lea Cohen debió beber en las fuentes del esoterismo o
cierta espiritualidad porque nos habla del déja
vu, como si de repente te encontraras en otra época, dicen que se trata de mundos
paralelos, que existen en tiempos paralelos (palabras textuales de la autora).
Un día tiene un encuentro con un viejo amigo, dedicado por
completo a su trabajo en la Universidad, se llamaba Víctor y algo surgió entre
ellos, pero una de sus amigas le advirtió : Lo
conozco desde hace tiempo y todavía no sé que le hizo acercarse a nuestro
circulo, suele desaparecer durante un tiempo para luego volver a aparecer ¿Sabes que es traductor de ingles y que habla cuatro idiomas más? Todos
recelamos un poco de él y hay quizás algo que te guste, nunca lo hemos
visto acompañado por una mujer.
La relación de Eva con Víctor era extraña, él no se amoldaba
a ningún cliché de convivencia, en palabras de Eva inasible*, era un entendido en
literatura inglesa, podía pasar horas amenizando a la concurrencia con las
hermanas Brontë o keats, trabajaba en la
editorial más importante de Bulgaria, los libros que se traducían eran de
personajes cochambrosos que vivían en casas míseras, personajes que no estaban
satisfechos consigo mismo, como no podía ser de otra manera tratándose de
países capitalista, la gente buscaba este tipo de novelas ávidos de conocer lo
que sucedía detrás del telón de acero, aparte de la traducción viajaba mucho,
daba clases de inglés y participaba en simposios, su voz se podía escuchar
también en una emisora nacional, a Eva le extrañaba que en el mundo anglófono
alguien se pudiera interesar por lo que sucedía en el partido comunista búlgaro,
Bulgaria era un país aislado.
Víctor era una especie de eminencia y convenció a Eva para
que estudiara inglés. Poco a poco la autora con maestría nos va desgranando
al personaje de Víctor, el lector comienza a intuir algo, así Eva un día encontró una
factura en casa de él que ponía cosmetics
and perfumes, Eva pensó de donde podría haber sacado aquella factura y le
preguntó, Víctor no perdió la calma: Necesitaba ciertos cosméticos para
hombres y se los encargué a un amigo diplomático, pero Eva sabía que en su país
las amistades con diplomáticos estaban prohibidas a no ser que tuvieran un fin
concreto, no se creyó la historia, había algún detalle más, a pesar de sus
conocimientos de inglés nunca había estado en EEUU, tampoco en Inglaterra y esos
simposios se celebraban en pequeñas ciudades de provincia, pero había algunos
comentarios de Víctor que le chocaban, por ejemplo para no haber estado nunca en
Londres sabía detalles, como el precio de los taxis, también los de N.York, pero Eva
pensó, quizás esa información se la dan
los extranjeros que asisten a los simposios.
En la sociedad en la que vivía todo el mundo recelaba de
todo el mundo, los padres hablaban con reservas ante los hijos, los esposos
ante su cónyuge, los compañeros de trabajo se vigilaban mutuamente, cuando
Víctor se acercaba al círculo de amigos de Eva todos se ponían alerta, pero
haciendo el amor Víctor se transformaba, era generoso e ingenioso, besaba a Eva
con la misma pasión que el primer día, le recomendó que leyera el Amante de Lady Chateley que era lo más en liberación femenina.
Se veían tres veces por semana, porque Víctor necesitaba
algunas noches para sus trabajos, cuando
quedaban en casa de él en kniazhevo tenía la sensación de que había secretos,
solían quedarse en la sala de estar en el piso de abajo junto a la chimenea,
tampoco la dejaba entrar en la cocina, él lo preparaba todo, era además hombre
de buen gusto para la cena solía sacar las copas de cristal de Bohemia
heredadas de su madre, tenía además buenos vinos ¿ como los conseguía? Hacían
el amor en el suelo porque la cama de Víctor era diminuta.
En sus conversaciones evitaba hablar de parentela, en
Bulgaria había un delito severamente castigado el concubinato, así cuando
pasaban las vacaciones juntos tenían que coger bungalows separados, pero a
pesar de todos estos inconvenientes Eva era feliz con él, le aumentó su
autoestima.
Jamás iba a casa de él en Kniazhevo sin previo aviso, pues
estaba enfrascado en sus traducciones, pero un día sucedió algo imprevisto, Eva
supo de un programa de estudios en USA dedicado a jóvenes escritores,
periodistas y fotógrafos y quiso compartirlo con él, el gobierno había decidido
que un grupo de jóvenes conociera el
requete elogiado mundo occidental y dejaran de soñar con él y el jefe de la
revista en la que trabajaba le propuso incluirla en el programa.
Contaba las
paradas que quedaban antes de llegar a casa de Víctor, él tenía llave de su
piso pero no así al contrario, encontró la verja abierta y entró pero antes de
llamar decidió echar un vistazo por las ventanas y le pareció vislumbrar un
vestido rosa levantado y la mano de Víctor acariciando un muslo y de pronto él
levantó la mirada y la vio, Eva salió corriendo, cuando llegó, el Renault azul
de Víctor la esperaba en su casa pero Eva no quiso saber nada.
Las dos semanas siguientes las pasó en elucubraciones ¿Era
posible que alternara con otras? El día de su partida fue a despedirla al aeropuerto.¡
Anímate a quedarte allí si se te presenta la ocasión! Lo miró sorprendida ¿ Había oído bien? Eva volvió porque quería seguir con él y el episodio que vio
por la ventana se había diluido con el tiempo.
Eva ahora está en Nueva.York y ha encontrado a otro Víctor por
casualidad y así nos enteramos que el compatriota al que amó hacía 18 años
había huido y que falleció en un campo de refugiados. O quizás no, la autora se guarda un as en la
manga, yo conforme iba leyendo echaba en falta más información sobre Víctor y
tenía pensado hacer una critica por el corte abrupto, pero estaba equivocada y
no voy a desvelar nada, pues el libro es lo suficientemente interesante como
para aventurarse a leerlo, pero si voy a dar una pista, un día Eva localiza a
una prima que ahora se llamaba Liat(*) ( Lora) que vivía en Israel y estaba pasando unas vacaciones en Sofía como
ella y otra prima más que también se encontraba allí y entre charla y charla, Liat le dice : Te voy a dar na dirección en Nueva York a ver si puedes
averiguar algo sobre un hombre muy interesante que conocí hace años y emigró a
esa ciudad se llamaba Wayne Bukosvky .
(*) Lora en hebreo Liat, era costumbre en aquellos años que los judíos al llegar a Israel judaizaran su nombre
Bulgaria no escapó al odio antisemita y muchos judíos con
estudios terminaron en campos de trabajo una de estas personas fue Jacques tío
de Eva, fue enviado a un campo de trabajo y consiguió escapar, vivía como
clandestino, en aquellos años había mucha violencia, había gente que vivía de
ella eran profesionales al servicio del estado, pero también mucha gente pasaba
de la denuncia, pues Jacques no se explicaba como llevando dos años en la
clandestinidad aún no lo habían localizado.
Liat la hija de Jacques estaba casada con Yozhi y vivían en
Tel Aviv pero no había olvidado a su amor de juventud, ni su matrimonio, ni sus
hijos, ni sus logros profesionales le habían hecho olvidarlo, Yozhi la trataba
de igual a igual y nunca la cortejaba, ni tenía aquel misterio de Víctor, pero nunca
le habló de él, de aquel hombre no
quedaba ni rastro o al menos eso parecía. Lora/Liat también va desgranando sus
recuerdos con Víctor en Sofía, su héroe vivía en una buhardilla repleta de
libros y diccionarios, era tierno, besaba bien, tenía buena conversación y también
le interesaba saber cosas sobre Jacques padre de Liat.
Pero sería injusto desvelar más, yo os aconsejo en este caso,
cosa que no suelo hacer que leáis el libro, engancha desde el principio al fin.
Lea la autora nos sumerge también en la Bulgaria comunista
donde abundaban los privilegios y las desigualdades sobre todo a la hora de
obtener una plaza en la universidad, la historia a mitad de camino entre el
genero negro y el espionaje y posiblemente alguna historia personal, me ha gustado mucho.
La obra está dividida en cuatro actos, escapando así al
esquema skesperiano de tres y es la
historia del magnate judío Calderón, de origen sefardita como casi todos los
judíos residentes en Bulgaria, con sus ramificaciones familiares. En su
búsqueda Eva va encontrando familiares “perdidos “ que habían emigrado a Israel
y vamos conociendo algunas peculiaridades de los judíos sefarditas búlgaros,
como por ejemplo el apellido Benbasat muy corriente en Bulgaria, las casualidades
están siempre presentes en la obra.
La critica es discreta, pero a
mi me resultó interesante es más, hacía
tiempo que un libro no me gustaba tanto, pues además confieso que algunas obras
consideradas de las “grandes” no aguantaron ni el primer capítulo de lectura.
*Inalcanzable.
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