martes, 30 de julio de 2019

Primo de Rivera,un hombre enamorado.




La historia está llena de ejemplos,los lideres son perfectos y  antiguamente puros. Jose Antonio para los falangistas fue una especie de ser angelical y puro, y era inconcebible que tuviera una relación con una mujer casada.

 Comenzó a salir con Pilar Azlor de Aragón hija de los Duques de Luna, de la que al parecer se había enamorado, o eso creía, como le pasa a tantas personas,hombre y mujeres, hasta que conoce a Elizabth Bibesco (1897-1945), una princesa casada con un diplomático,su padre era el primer ministro británico y su madre una princesa rumana, era además culta y se había criado en un ambiente cosmopolita, también era escritora, fisicamente no voy a entrar en apreciaciones  porque lo que enamora es la personalidad, a parte por Madrid se decía que la Bibesco tenía ciertas habilidades. 

El líder de la falange se enamora de ella,y las cartas de amor que salieron a la luz no hace mucho así lo atestiguan, le escribía en francés e inglés: Je pense a toi, love.Cuando trasladan al marido de Elizabeth a Paris, José Antonio fue a verla y el Duque termina enterándose del asunto,haciendo que la relación con su hija terminara;hizo correr el rumor por Madrid que su hija se merecía algo más, y terminó casándose con otro del gusto del padre.

Hasta aquí un lío de amor, con enamoramiento, A Jose Antonio lo matan y al poco comienza a salir a la luz el asunto de la Bibesco, los falangistas nunca llevaron bien que su amado líder estuviera con una mujer casada, e hicieron circular "historias" sobre ella. En la España de Franco y en la democracia, hasta hace poco, la culpable de estas situaciones era siempre la mujer, a nadie se le ocurre pensar que Primo de Rivera tuviera algo de culpa.

Estaba participando en un foro de historia y salio a colación el asunto y todavía deben quedar falangistas con mentalidad decimonónica, porque han saltado muy enojados, aquello fue un amor platónico.

No hay nada que me moleste más que la ñoñería, la de entonces y la de ahora. Con Lenin pasó igual, el caballero tuvo tres amantes más algún que otro lío, pero para el PCUS fue un fiel esposo, y un misógino, como si esto fuera un valor.

El liderazgo puede hacer más mal que bien, cuando la espesura del  bosque impide ver los arboles.

El caso de Jose Antonio es distinto,fue un asunto de amor,que no llegó a tener un final feliz. La Bibesco que escribía y tenía los hados de su parte, escribió un libro, que en España se publica 60 años después, salió en 2005, no se que éxito habrá tenido y hasta que punto interesa la versión que ella da.

Me hago eco para los curiosos.

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