La
Cuba de Castro contada con gracia cubana,
a medio camino entre la novela y distintas historias basadas en hechos reales
que se van entre cruzando.
El Castro inmortal gracias a la santería, tantas veces lo han
matado y aquí está vivo y muerto de risa,… que si tiene un aparato que científicos
secretos han creado para él… ahí están sus artículos del Granma.
Casi
todas las historias suelen tener un protagonista, en este caso se llaman Walter
un Coronel retirado y su hija Belinda que no era su verdadero nombre sino Isis, pero
la niña dijo que no quería nombre egipcio, era bailarina del Teatro Nacional de Cuba y la
familia pensó que con el tiempo llegaría a desbancar a Alicia Alonso, pero aprovechando una invitación de Bulgaria
para bailar se quedó allí con un español con el que ya estaba en contacto y
aterrizó en Barcelona, allí comenzó a trabajar en el Marocco.
El
padre de Belinda había sido un Coronel de la revolución a las órdenes de Raúl y
había viajado por medio mundo. _En aquellos
años 70 la Habana era el escaparate del
mundo comunista, Etarras, Montoneros y toda la gauche divine, hasta la policía
peronista iba por allí, Walter así se llamaba el Coronel era los ojos y los
oídos de Raúl, si tienes que matar mata, tu tienes patente de corso.
Cuando
cayó el muro algunos pensaron que detrás iría Cuba y que Fidel se iba a exiliar
en Galicia, cuando dejaban de verlo en la tele pensaban que se había muerto
pero sabían que no, que Fidel es inmortal.
En
los años en que todavía vivía el Ché, Fidel hablaba del hombre nuevo, de los
diez millones de toneladas de la zafra, iba a ser el país con más médicos del
mundo, eran las fantasías del Comandante en Jefe, el libro es un clásico para
aquellos que conozcan algo sobre Cuba, Padilla, el Ché, Cabrera Infante que
pasó de ser lo más de lo más a un simple gusano, porque ya sabemos que en Cuba
el que cuestionaba a Fidel y su tinglado revolucionario era eso un gusano de la
peor estirpe.
Un
día cuando Isis era todavía Isis e iba a la Universidad le comentó a su padre
que el profesor super laureado les había dicho que en Cuba no solo se habían
cometido errores sino horrores, aquí hago un inciso y voy a contar algo que me
llegó de primera mano.
En los 70 cuando la revolución marchaba a todo tren,
hubo un festival de nuevos talentos en una ciudad algo alejada de la Habana, no
recuerdo el nombre en estos momentos, en una mesa había 8 músicos/compositores, uno de
los que se encontraba sentado en la mesa estaba en trago como dicen los
cubanos, tenía ya cierto prestigio internacional, pues la revolución lo había
encumbrado a lo más alto, el resto eran poco conocidos, uno de ellos fue quien
me contó la historia. Pasó una niña pionera repartiendo botellines de cerveza, dos por cabeza y el
músico hoy archiconocido le dijo a la niña: Deja la caja entera, la niña le
contestó: no puedo, tengo ordenes que son dos botellines por persona, el músico no
se contuvo y empezó a largar,, son unos miserables, tacaños,,,, bla, bla, bla,,
los de la mesa pálidos, tío cállate que hay mucha gente aquí, para por favor,
pero el músico no estaba dispuesto a callarse,, los de mesa que no eran de la
seguridad del estado no comentaron nada, y el cantante en cuestión hoy es una
celebrity dentro y fuera del país, quiero decir con esto que la revolución
desencantó a muchos desde los comienzos pero por motivos a veces espureos
callaron.
Retomo
la historia del libro muy ameno por cierto, el padre de Isis con 60 se retiró
del ejercito y Raúl le regaló un taxi recién llegado de España para que se
ganara la vida, era el mejor Mercedes que había en la Habana, era una forma de
seguir sirviendo a la revolución, tenía que estar atento a lo que los posibles
clientes quisieran contar, ahora que el turismo volvía a Cuba.
Con
motivo de la visita del Papa polaco llegó un escritor español a la Isla para
narrar aquel acontecimiento histórico, se trataba de Vázquez Montalbán, un tipo
amable que no preguntaba mucho, se hospedó en el Cohiba y pusieron de chófer
del escritor al padre de Isis, los gastos lo pagó el escritor, no quiso que le
pagaran nada. Una noche le invitó a tomar una copa en el bar de hotel donde
había música para entretener a todos aquellos periodistas occidentales que
luego escribirían lo que les saliera del bolo ( en palabras del autor) sobre
todo los del Herald y el ABC de Madrid, la gusanera estaba aquel día metida
allí. A Vázquez Montalbán lo veían algo refinado en Cuba porque venía de la
depravada Europa.
Una
noche Walter recibió una llamada de su hija Belinda desde Barcelona: ¿ Sabes ya
la noticia? No,no sé nada ( me da risa porque yo también le mandé un sms a un
amigo en la Habana con lo misma frase)puse telesur un canal venezolano para ver
si daban la noticia bomba, pero nada, allí estaba más vivo que nunca.
En
Cuba siempre se odió a los homosexuales, llamados allí bugarrones, y la
revolución fue muy dura con ellos, los dos hermanos los odiaban a muerte, Raúl
trajo un método de Bulgaria para reeducarlos pero como era de esperar no
funcionó, siempre corrió un rumor sobre Raúl pero no parece ser cierto, también
se puso entredicho su valía personal al mando del ejército y luego como
gobernante cuando su hermano se retiró, creo que ahí se equivocan, una cosa es
que guste o estén de acuerdo y otra que no valga.
Con
los años quedó demostrado que todos eran simples peones de la revolución,
sucedió con el nº 2 Carlos Lage,
aquel a quien todos creían el sucesor y
sucedió con Perez Roque, ambos hombres de Fidel que Raúl quitó de en medio de
un simple plumazo.
Un
día hicieron una redada en un lugar llamado el Periquitón, a espaldas de lo que
fue una iglesia, en el Periquitón había de todo, maricones, putas y sobre todo
muchos españoles que fueron detenidos en el momento de la redada, pero el
general dijo: A los españoles soltarlos, entre ellos había cantantes y algún
director de cine. El periquitón era del general de los ferrocarriles, los jefes
se estaban repartiendo el turismo.
Una
vez tuvo que hacer de agente inmobiliario a unos italianos que querían hacer un
complejo turístico en la Isla, a los cubanos la expresión les hacía gracia, el
caso es que los llevó a una punta ventosa de la isla con fuertes corrientes
marinas, lo peor que había en Cuba y se lo vendió, un servicio más a la
revolución.
La
noche de la “noticia” no pude dormir, pero al día siguiente supe que no se
había muerto nadie importante y que la noticia venía una vez más de la
gusanera, pero durante el día fui observando el rostro de la gente para
intentar saber como se saludaban , si había tranquilidad..con mi olfato quería
saber aquel día por donde le entraba el agua al coco.
Un
buen día me llegan noticias de Barcelona, mi hija ya no se llamaba Belinda
Marsans ( apellido del príncipe azul español) ahora se llamaba Linda Marx, la
estrella cubana del momento.
Según
se narra en el libro cuando Alina Fernandez la hija de Fidel Castro huyó de
Cuba no fue una huida sino que todo el mundo en el aeropuerto estaba enterado y
salió bajo las ordenes de Fidel ¡¡ sorprendente!!
(*)
El asunto Padilla es idéntico al asunto Osip Mandelshtan en la Rusia de Stalin en
los años 30, Mandelson escribió un poema contra Stalin y le costó la muerte.
Uno
de los personajes que aparecen en el libro es Ramiro Valdés, era imposible que
no saliera, para mi Ramiro es el Beria cubano.Una de las cosas que ha
caracterizado siempre al régimen cubano es que tiene cámaras hasta en el WC,
así en un interrogatorio a Padilla le pusieron el comentario que había hecho en
una fiesta en Mexico con Carlos Fuentes, le llamaban al Comandante el
Bongosero, debe ser que tocaba el bongo.. pero esto era suficiente para ir a la cárcel después de haber sido torturado.
Padilla falleció en 2003 en EEUU. Pero a Padilla le pusieron cámaras en la celda y le pillaron masturbandose con una barra de pan, él no lo sabía pero un día el carcelero le dio dos barras una para que se la comiera y otra para lo otro. Esto que cuento de Padilla me resulta desagradable pues creo que no se puede violar la intimidad de nadie de esa forma
¿ Se puede ser fidelista y amar la revolución cuando se oyen estas cosas? Pues si hay gente que todavía alaba al Comandante.
Retomando
la “muerte” de Fidel al final me di cuenta que en la Habana no había muerto
nadie que mereciera la pena ni había preparación de funeral alguno.
La
capacidad intuitiva de Fidel es algo que
he oído tantas veces, antes de que el
enemigo se convierta en tal ya lo sabe, y me lo creo no es el único ya hubo
otro líder también con una intuición especial Lenin, todos aquellos que lo
conocieron hablaron de ello, incluso
alguna amante lo tildó de profeta.
Fidel,, Ay Fidel de los dolores solo vos como diría un argentino puede tener gloria bendita, el pueblo a la jodedera como diría un buen cubano, cuento otra historia del libro.
Un día iba Fidel en su carro y vio otro estacionado, no debió gustarle quizás porque era mejor que el suyo y uno de los defectos del Comandante es le envidia mal sana, porque yo la entiendo en quien no tiene ni donde caerse muerto pero tu Fidel que tienes la Isla para ti, que es toda tuya ¿puedes tener envidia de un simple mortal? Pues continuo , vio el auto o carro de marras y preguntó ¿ Eso de quien es? del actor le comentó el mosquito soplón que todavía no había caído en desgracia ¿ de que actor? de Perrugoría, abajo, cierra eso dijo el envidioso en jefe, le quitó el carro y la casa, yo de Perrugoria me hubiera ido a la gusanería miamense y me hubiera puesto a cagarme en todos los muertos de Comandante, y de la revolución.
Por la Isla pasaron personajes variopintos desde empresarios a escritores, uno de los que nombra el autor es Max Marambio, el guatón (*) millonario que pasó de ser amigo del compañero Fidel a delincuente internacional según la revolución y ya sabemos quien es la revolución, a estos empresarios extranjeros hay que tratarlos como si fueran santos de los babalaos, se fumen los tabacos como antes lo hacían los yankis, nos dicen que son nuestros amigos y son la mafia rusa.
La historia en Cuba se repite una y otra vez a lo largo de estos 58 años, pocos son los que se han salvado de ser traidores, porque un no a Fidel es una traición a Cuba. Marambio, Morumbio o como quieran llamarlo al final tuvo que salir por la puerta de atrás como tantos otros, porque si en Cuba tienes un problema con el compañero Fidel no es posible salir por la principal.
(*) Barrigudo en Cuba.
El autor toca aunque de pasada el tema de los suicidios, algunos dirán que en todas partes se suicida la gente y es cierto, pero en la Cuba de la revolución los que suicidaban no eran anónimos, eran gente que puso su alma al servicio de Fidel y de su proyecto político y veían poco a poco el rumbo que tomaba aquello, la farsa en que se estaba convirtiendo todo, la tiranía con que eran tratados, siempre me he preguntado porqué Haydé lo hizo, y es que como bien dice el autor fueron peones al servicio del bongosero.
Fidel,, Ay Fidel de los dolores solo vos como diría un argentino puede tener gloria bendita, el pueblo a la jodedera como diría un buen cubano, cuento otra historia del libro.
Un día iba Fidel en su carro y vio otro estacionado, no debió gustarle quizás porque era mejor que el suyo y uno de los defectos del Comandante es le envidia mal sana, porque yo la entiendo en quien no tiene ni donde caerse muerto pero tu Fidel que tienes la Isla para ti, que es toda tuya ¿puedes tener envidia de un simple mortal? Pues continuo , vio el auto o carro de marras y preguntó ¿ Eso de quien es? del actor le comentó el mosquito soplón que todavía no había caído en desgracia ¿ de que actor? de Perrugoría, abajo, cierra eso dijo el envidioso en jefe, le quitó el carro y la casa, yo de Perrugoria me hubiera ido a la gusanería miamense y me hubiera puesto a cagarme en todos los muertos de Comandante, y de la revolución.
Por la Isla pasaron personajes variopintos desde empresarios a escritores, uno de los que nombra el autor es Max Marambio, el guatón (*) millonario que pasó de ser amigo del compañero Fidel a delincuente internacional según la revolución y ya sabemos quien es la revolución, a estos empresarios extranjeros hay que tratarlos como si fueran santos de los babalaos, se fumen los tabacos como antes lo hacían los yankis, nos dicen que son nuestros amigos y son la mafia rusa.
La historia en Cuba se repite una y otra vez a lo largo de estos 58 años, pocos son los que se han salvado de ser traidores, porque un no a Fidel es una traición a Cuba. Marambio, Morumbio o como quieran llamarlo al final tuvo que salir por la puerta de atrás como tantos otros, porque si en Cuba tienes un problema con el compañero Fidel no es posible salir por la principal.
(*) Barrigudo en Cuba.
El autor toca aunque de pasada el tema de los suicidios, algunos dirán que en todas partes se suicida la gente y es cierto, pero en la Cuba de la revolución los que suicidaban no eran anónimos, eran gente que puso su alma al servicio de Fidel y de su proyecto político y veían poco a poco el rumbo que tomaba aquello, la farsa en que se estaba convirtiendo todo, la tiranía con que eran tratados, siempre me he preguntado porqué Haydé lo hizo, y es que como bien dice el autor fueron peones al servicio del bongosero.
El
libro es un clásico como ya he dicho más arriba pero no por ello deja de ser
interesante, además aunque de Cuba se ha dicho y redicho todavía debe quedar “información”
por salir.
Me
quedo con una frase : A mis años y con la experiencia que llevo cargada sé que cuanto menos sepan de mi menos vulnerable
soy.
El autor : JJ Armas Marcelo
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