Resumen y comentarios.
Esta
historia arranca recién terminada la guerra civil, con la celebre
cartilla de racionamiento que marcaría la vida de los españoles por
más de un decenio, y con el surgimiento de una palabra ya
desaparecida pero que en aquellos años hacía furor,el estraperlo,
por que había una profesión la de estraperlista. La penuria se
convirtió en justificación para el alza de los precios,el hurto en
el peso era algo normal, las básculas estaban manipuladas.
Fueron
los años de Auxilio Social, una institución que perduró hasta bien
entrada la década de los 50.Eran años de desfiles militares
pomposos, con el Caudillo en lo alto de un estrado, brazo en alto y
la Iglesia arropandole y haciendole entrar bajo palio; eran los años
donde la prensa hablaba de forma constante de los enemigos de España:
la masonería y el judaísmo, quizás en esa semilla
habría que buscar los resquicios anti judíos que aún hoy perduran
en España.
Fue justo después de la guerra cuando se acuñó la palabra Caudillo, que veía enemigos por todas partes.Franco era el Caudillo, el generalísimo de los ejércitos, el hombre que había salvado a España del comunismo y de los masones, y comenzó el culto a su personalidad, estatuas, calles y toda una parafernalia que a día de hoy todavía perdura en muchas ciudades de la geografía española.Según el autor Franco tenía una especie de fetiche, una varita negra con forma de falo que llevaba siempre en el bolsillo de la guerrera. Los años en que Serrano Suñer pasaba de un ministerio a otro, pues pasó por unos cuantos.
Un Franco marcial, cual Cid Campeador
La coeducación quedó prohibida, había inspectores que pasaban por las escuelas para ver si había niños y niñas juntos.La vida diaria estaba reglamentada,las parejas no podían salir solas, pues el maligno estaba siempre detrás, había autentica obsesión con la pureza (*).Las ordenes religiosas hacían su Agosto, monopolizando la enseñanza,misas sin fin, cantos diarios y rosarios eternos,se hablaba de tormentos si a alguien se le pasaba por la cabeza masturbarse.Se prohibieron los bailes públicos excepto la jota aragonesa.El Cardenal Segura hizo pasar una circular donde se decía que los bailes públicos eran incompatibles con la moral católica: el baile es gravilla del demonio.Llegó a clasificárlos incluso de indecentes. Cuando llegaba el verano las diócesis sacaban pastorales, el bañador de las mujeres debía llevar faldas, y el sol se tomaba con albornoz.El cardenal Gomá llegó a sacar un libro sobre la vestimenta. Los peinados eran barrocos , con flequillos y tupés hacia arriba conocidos como el arriba España. El calzado modelo topolíno era ortopédico.El cine exaltaba las virtudes morales, pelicular guerreras y héroes, la censura rayó el ridículo, cualquier beso quedó prohibido, los diálogos eran alternado y se llegaron a cambiar historias.
El repaso continúa con la España de los 60 donde Juanito Valderrama hacía su agosto con su emigrante,una canción que martilleaba los oídos, la España de Ama Rosa, el equivalente al Sálvame actual que tenía paralizado a todo el país cuando comenzaba a las cinco de la tarde, la España del Cola-cao con el negrito tropical y de los toreros y folfklóricas. Un libro sobre todo para generaciones posteriores que no conocieron la España del Caudillo.
Fue justo después de la guerra cuando se acuñó la palabra Caudillo, que veía enemigos por todas partes.Franco era el Caudillo, el generalísimo de los ejércitos, el hombre que había salvado a España del comunismo y de los masones, y comenzó el culto a su personalidad, estatuas, calles y toda una parafernalia que a día de hoy todavía perdura en muchas ciudades de la geografía española.Según el autor Franco tenía una especie de fetiche, una varita negra con forma de falo que llevaba siempre en el bolsillo de la guerrera. Los años en que Serrano Suñer pasaba de un ministerio a otro, pues pasó por unos cuantos.
Un Franco marcial, cual Cid Campeador
La coeducación quedó prohibida, había inspectores que pasaban por las escuelas para ver si había niños y niñas juntos.La vida diaria estaba reglamentada,las parejas no podían salir solas, pues el maligno estaba siempre detrás, había autentica obsesión con la pureza (*).Las ordenes religiosas hacían su Agosto, monopolizando la enseñanza,misas sin fin, cantos diarios y rosarios eternos,se hablaba de tormentos si a alguien se le pasaba por la cabeza masturbarse.Se prohibieron los bailes públicos excepto la jota aragonesa.El Cardenal Segura hizo pasar una circular donde se decía que los bailes públicos eran incompatibles con la moral católica: el baile es gravilla del demonio.Llegó a clasificárlos incluso de indecentes. Cuando llegaba el verano las diócesis sacaban pastorales, el bañador de las mujeres debía llevar faldas, y el sol se tomaba con albornoz.El cardenal Gomá llegó a sacar un libro sobre la vestimenta. Los peinados eran barrocos , con flequillos y tupés hacia arriba conocidos como el arriba España. El calzado modelo topolíno era ortopédico.El cine exaltaba las virtudes morales, pelicular guerreras y héroes, la censura rayó el ridículo, cualquier beso quedó prohibido, los diálogos eran alternado y se llegaron a cambiar historias.
El repaso continúa con la España de los 60 donde Juanito Valderrama hacía su agosto con su emigrante,una canción que martilleaba los oídos, la España de Ama Rosa, el equivalente al Sálvame actual que tenía paralizado a todo el país cuando comenzaba a las cinco de la tarde, la España del Cola-cao con el negrito tropical y de los toreros y folfklóricas. Un libro sobre todo para generaciones posteriores que no conocieron la España del Caudillo.
* En estos últimos años he visto como ciertos sectores de la sociedad han vuelto a poner énfasis en este tema.
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