Antes de meterme de lleno en el resumen del libro, hay que hablar un poco de Alaoui, el autor del libro, considerado en Rabat l'enmerdeur publique nº1, digamos en español, puesto que no hay una palabra exacta, que es alguien a quien le gusta dar por saco. Hassan II le protegió durante un tiempo, hasta que un día publicó en su periódico Al Ousbou'e una viñeta donde se veía el trono vacío y aquello tuvo un precio, fue encerrado en una prisión en Tazmamart y torturado por el siniestro Oufquir. Finalmente fue liberado, pero Basri no soportaba sus indiscreciones sobre lo que sucedía en el Majzen, le tocó vivir los años de plomo, pero nunca se dejó sobornar.
En los años 60 había cierta complicidad entre los periodistas y el rey, pero ,, como decirlo, Hassan II solía decir a los periodistas lo que debían preguntar. En aquellos años al rey le gustaba conducir alguno de sus autos acompañado por algún periodista,, entre Rabat e Ifranne. Ir en el coche con Hassan era todo un privilegio. Si nos atenemos a lo que cuenta el autor, el rey pagaba autenticas fortunas a la prensa francesa para que hablaran bien de él. También dice el autor, que los periódicos se vendían bien cuando se hablaba mal de Oufquir, Dlimi o Mediiuri, a la gente le gustaba la carnaza. Basri tenía un presupuesto alto para los periodistas afines, y todos los meses eran bien pagados, vivían bien.
La historia de Basri es someramente relatada, un oficial de policía del segundo distrito de Rabat, que por una serie de coincidencias y con ciertas dotes de mando llega a ser ministro de interior, Basri era el bras de fer, el puño de hierro,, hoy diríamos en España que a Basri había que darle de comer a parte, era tal el odio a Alaoui, que rompió las tuberías de la calle donde vivía, las tuberías de los desagües, provocando un olor nauseabundo.,, resumiendo porque este resumen no va de la pormenores de Basri, cuando cayó, se tuvo que exiliar en Paris, vivía en la villa donde residió Mendes France, un día lo llamó y lo invitó a comer, y allí le contó algunas cosas...
Retrocedamos en el tiempo..
Mohamed V tampoco estaba muy de acuerdo con lo que escribían los periodistas. Hassan II viviendo su padre ya demostraba temperamento, e inteligencia, en alguna ocasión le llegó a interrumpir mostrándole su error, y el padre comenzó a temerle, apartándole de ciertas reuniones y haciendo participar al menor, menos díscolo, por ej: en la foto de la izquierda; en aquellos momentos Hassan no gozaba de popularidad. Parece ser que Mohamed V oraba todos los días para que el heredero tomara más cordura en sus decisiones. Ya por entonces gastaba por encima de lo que era posible, pues en aquellos años aún no había llegado el dinero de EEUU.
Mohamed V según el autor no tenía ni amigos ni concejeros, y poco a poco Hassan iba tomando el control del país. Nunca fumaba delante de su padre, pero parecía tener claro lo que quería una vez que tomara el poder.
Hay un capítulo dedicado a Ben Barka, pero este tema siempre me ha parecido complejo. En opinión del autor, si Ben Barka no hubiera muerto, Marruecos se hubiera convertido en una China socialista monárquica. El autor apuesta por el líder asesinado.
Los años 70 fueron los años de plomo, censura en la prensa, no le interesaban los periodistas si no aquellos que escribían bajo consigna. Manejaba dinero, y pagaba a publicaciones para que hablaran bien de él. En cambio le gustaba Le Canard Enchainé. A la llamada "prensa independiente "los asfixió economicamente haciéndoles pagar impuestos fuera de lo común, cada dos por tres venía alguien de la oficina de impuestos. Por cualquier tontería te podías encontrar delante de un tribunal y ser acusado de atentar contra la seguridad del estado.
El autor del libro es un hombre con baraka, así lo dice el mismo, se salvó de mil situaciones de peligro.
Es un libro de contenido político,, yo esperaba otra cosa,, más biográfica, más entrando en la personalidad del abuelo, del hijo y del nieto
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