Un noche un extraño pasajero
llega a un pequeño hotel rural en la sierra de Madrid, carece de
documentación pero la dueña de la hostería decide darle
alojamiento.
La
vida de Lucía era una vida de soledades en un pueblo de montaña,
había roto con su pareja y ahora vegetaba más que vivía pero con
una gran responsabilidad, sacar adelante el hotel que regentaba .
Aquel
hombre de nacionalidad serbia y de nombre Salko le había impactado
desde el primer momento que lo vio, la noche que pasaron juntos le
resultaba imposible de olvidar y ahora dos días después había
desaparecido de la noche a la mañana, dejandole un carrete de fotos y
un coche accidentado en el pueblo, pero ni rastro de él.
Poco
a poco van apareciendo otros personajes siempre dentro de la intriga,
y aunque reconozco que la novela de intriga no es lo mio, esta me ha
enganchado desde el primer momento
Con
Salko como detonante y la memoria histórica como telón de fondo construye una
novela con mucha garra que engancha desde el primer momento y que
recomiendo.
A medida que avanzaba en la lectura comenzaba a intuir el posible desenlace, quizás porque hace tiempo leí una historia de un supuesto viajero del tiempo con hotel también de por medio.
Con
una historia o conectas o no, si en las primeras paginas es que no,
al final resulta inútil seguir leyendo.
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