viernes, 1 de diciembre de 2017

Espías y traidores.Fernando Rueda

Llevo perdida la cuenta de los libros que he leído sobre la temática.En este se narran varias historias distintas. La primera la de un espía español que fue agente doble, Joaquín Madolell.
   ¿Que lleva a un hombre a vender secretos de estado?puede haber motivos patrios, pero generalmente se mueven por dinero, porque manejan mucho.Es la historia que a continuación se narra.
    Markus Wolf era un super agente con muchos éxitos a sus espaldas y parece ser que también tenía enemigos, muchos ansiaban verlo en la cárcel. Wolf trabajó en la RDA. En 1985 casi todos los agentes dobles que trabajaban en la URRS fueron indentificados, los americanos imaginaron que no se debía a una intercepción de las comunicaciones,sino que debía haber un topo, Gus Hathaway puso al frente de la operación a una mujer,Jeanne Waterfeuille, especialista en la captura de topos, para ello la clandestinidad era un elemento decisivo, sinembargo pasaron años y no aparecía el elemento infiltrado, la hora de la jubilación llegaba y Hathaway seguía sin saber quien era el traidor, así que pidió seguir al frente de la contrainteligencia, es entonces cuando decide contactar con Wolf y darle refugio en EEUU a cambio de que dijera quien era el infiltrado, pero Wolf no lo sabía, el alemán conocía la indefensión que provoca tener un topo dentro de las propias filas. Dice el autor y estoy de acuerdo con él, que lo bueno del espionaje es que no hay amigos o enemigos, sino miembros de otros servicios con los que pueden llegar a un acuerdo; nueve años tardaron los americanos en capturar al agente doble.

Se llamaba Aldrich Ames, os cuento un poco la historia de este personaje.Había conocido a una mujer llamada Maria Rosa en el año 82 en Mexico,era colombiana y se enamoró, su matrimonio era un  desastre y   proyectaba ascender en la CIA, los espías suelen tener problemas de alcoholismo y soledad,amén de matrimoniales, suelen manipular bien sentimientos y debilidades.La relación con Maria Rosa era pasional y llegó a crear con ella una vida en familia.En 1983 fue nombrado jefe de la contrainteligencia soviética, el divorcio de su esposa le ahogó económicamente y la colombiana quería vivir con todo tipo de lujos, cualquier capricho de ella era satisfecho; a pesar de su gran sueldo, no era posible satisfacer todo lo que ella anhelaba, entonces ideó un plan, vender información a los rusos, no era comunista, pero pensó que podía sacar rentabilidad económica de ellos.Un día de 1985 consiguió entrar en la embajada soviética y hablar con el residente del KGB, ya en aquella primera cita identificó a algunos agentes de la CIA, que operaban en Moscú, los soviéticos actuaron sin dilación y comenzaron a caer agentes como moscas; como el tema lo controlaba él, dijo que se habían interceptado comunicaciones o bien fallos cometidos por los agentes en Moscú.Para no ser descubiero ideó un sistema de claves que tardó tiempo en ser descifrado; en su camino habitual dejaba una marca con tiza en una serie de buzones, y eso significa que tenía que verse con los rusos.En 1986 los americanos sabían que tenían un topo, los agentes tuvieron que someterse al polígrafo, pero Ames pasó la prueba ( el polígrafo falla pues) los rusos le habían enseñado a engañar a la máquina. El dinero dejó de ser un problema para la familia, lo escondía y le daba salida de vez en cuando,pues no podía levantar sospechas injustificadas. La colombiana cada vez exigía más. 

   En 1986 un agente de la CIA ganaba 70.000 $ anuales ( 5,800 mensuales no estaba mal)pero compraron una casa de 540.000 en la que tuvieron que invertir 100.000 para mejorarla, se compraron dos coches un Jaguar y un Honda, a los amigos le contaban que era por una herencia y en la CIA nadie se mosqueó, pronto se dio cuenta que su verdadero patrón eran los soviéticos. Los rusos mataban a los que él señalaba como agentes dobles pero no se inmutaba. Llegó a manipular información que pasaba a la Casa Blanca según les decían los rusos. Llegó un momento en que Rosario no tenía limites, llegando a pagar 29.000 $ en facturas de teléfono, pero Aldrich comenzó a tener problemas con el alcohol y los americanos le cambiaron de puesto mandandole a un centro operativo anti droga de la CIA, pero nada tenía que ver con cualquier sospecha. En 1991 tuvo que volver a pasar por el polígrafo y paso la prueba sin dejar la más leve duda. En 1993 estaban tan desesperados que implicaron al FBI. Fue este organismo el que comenzó a sospechar de Aldrid, el nivel de vida era realmente llamativo. Una vez identificado el sospechoso tardaron un año en descubrirlo, le pusieron micrófonos hasta en el coche y era seguido cada minuto, fue así como vieron la señal que colocaba en los buzones con tiza, posteriormente seguido a Bogotá donde los rusos le pagaban, tras muchos años se había relajado y descuidó las medidas de precaución, en una  conversación con su mujer, esta le preguntó si había recibido lo que había ido a buscar. El 22 de Febrero de 1994 fue detenido junto a su mujer, nunca llegaron a sospechar las medidas de vigilancia a las que estaban siendo sometidos.Finalmente confesó que lo hizo por dinero.
  Intentaron meter a Rosario en la cárcel pero Rosario que debía ser de armas tomar acusó a su marido de engañarla y violarla, ella entró en prisión por poco años y él a cadena perpetua, seguía amando a su mujer.

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